Por Pablo Riveros

Desde que el Senado de la Nación otorgó media sanción al proyecto del nuevo código Civil y Comercial en noviembre pasado, el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires puso a consideración de la sociedad una serie de advertencias que va en contra del espíritu y de las costumbres de los argentinos.

Producto de ellas, cuentan, las donaciones de inmuebles a los hijos pasarían a ser observables por el plazo de diez años, por lo que quedarían fuera del tráfico inmobiliario por mucho tiempo; los bienes de familia, en tanto, quedarían limitados a las viviendas, perjudicando a los inmuebles que son sustento económico de las familias. Además, señalan que, el proyecto prohíbe que los cónyuges celebren entre sí cualquier tipo de contrato si están casados bajo el régimen de comunidad de bienes.

Semanario Parlamentario dialogó sobre estos temas con María Cecilia Herrero de Pratesi, la primera presidenta en la historia del Colegio, y con Ángel Francisco Cerávolo, asesor jurídico-notarial del Colegio y miembro de la Academia Nacional del Notariado.

Ambos coordinaron un documento con las observaciones y propuestas que el Colegio les entregará a los diputados, en esta nueva etapa de tratamiento legislativo. No obstante, los escribanos acompañan la actualización y unificación de los códigos. “Somos conscientes de que se ha hecho un trabajo muy serio. Se hizo una labor muy consensua de sistematización para que llegasen las críticas”, reconocen.

– El Colegio hizo aportes a la Comisión Bicameral. ¿Fueron contemplados en la media sanción?

– Francisco Cerávolo: Hubo presentaciones en audiencias públicas y por escrito por parte del Colegio, de la Academia Nacional del Notariado y del Consejo Federal del Notariado. En la media sanción se contempló una observación que hicimos sobre los poderes irrevocables, que a los efectos de la redacción original pasaba a ser poco aplicable de acuerdo con la realidad actual.

– Ahora realizaron otras “observaciones técnicas” a la media sanción. ¿Son cuestiones meramente jurídicas o propuestas para mejorar la vida de la sociedad?

– Cerávolo: Hay de ambas. Pero sobre todo entendemos que algunas cuestiones del nuevo Código impedirían seguir con prácticas habituales que hacen a la idiosincrasia de la sociedad. Por ejemplo, se vería coartada una práctica habitual y solidaria como es la donación de padres a hijos, que posibilita el acceso de los jóvenes a una vivienda y permite planificar la organización familiar.

– Herrero de Pratesi: Otro ejemplo que nos inquieta hoy es la Ley 14.394 que prevé de la aceptación de bien de familia la vivienda familiar, pero también de la explotación que es sustento de la familia. El proyecto solo lo limita para la vivienda, con lo cual es una pérdida.

– Cerávolo: Lamentablemente, al aceptar solo la protección de la vivienda se excluye el emprendimiento que hace al sustento de la familia.

– Uno de los temas que más les preocupa es el de la donación a hijos. ¿Qué observaciones hacen al respecto?

– Cerávolo: El proyecto hace una modificación sustancial sobre una postura apoyada en un fallo plenario de más de 100 años, en base al cual se hicieron infinidad de donaciones. Este fallo decía que las donaciones a quienes no son herederos forzosos generan títulos observables porque están sujetas a una acción persecutoria; en cambio, esto no sucede con las donaciones a los hijos. Por lo tanto, todas las instituciones que generaba las grandes posturas en esta materia, como el Banco Hipotecario Nacional cuando era estatal, sostenían este fallo: que las donaciones a los hijos generaban títulos perfectos. Sin embargo, de acuerdo con la media sanción, estas donaciones pasan a ser títulos observables con el agravante de que también pasan a ser observables las donaciones ya hechas, en tanto no haya fallecido el donante. Esto es gravísimo. Me animo a decir que el 30 por ciento de los títulos de los que hoy se consideran perfectos pasan a ser observables. En definitiva, esto es opción del legislador. Pero estamos pidiendo que en todo caso sea de acá para adelante. Si no, pasan a ser observables títulos de edificios enteros: un disparate.

– ¿A quién corresponde esta modificación?

– Cerávolo: Fue introducida por la comisión redactora del anteproyecto, integrada por los ministros de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco y la profesora Aída Kemelmajer de Carlucci.

– ¿Por qué creen que se quiere cambiar esta práctica?

– Cerávolo: En la exposición de motivos los autores del anteproyecto dicen que se basan en los anteriores proyectos, y principalmente en el de 1998 donde se mantenía la postura que nosotros creemos correcta. Pero respecto a este tema se apartan considerablemente de la propuesta de 1998 y simplemente dicen que han optado por otra postura, porque les pareció mejor, pero sin explicar por qué. Reitero que la decisión corresponde al legislador. Pero nos parece fundamental que sea de acá para adelante porque de lo contrario se va a generar un grave problema a los títulos ya hechos. Incluso podríamos invitar a los propios legisladores a que revisen si tienen donaciones hechas por sus padres.

– ¿Qué harán si se aprueba el proyecto tal como está?

– Cerávolo: Pediremos una norma transitoria que prevea esta situación para que no se afecten los títulos anteriores. Esto genera una gran inseguridad respecto de todos los títulos de todo el país.

– Otro tema que los atañe como escribanos es el de los contratos con personas discapacitadas. ¿Qué observan al respecto?

– Herrero de Pratesi: Creemos que la sentencia de incapacidad de una persona debería estar inscripta en registros que tengan que ver con los inmuebles y que se plante que una vez declarada la incapacidad de una personas todos los actos que realizan sean nulos. El problema es que los incapaces pueden tener intervalos lúcidos, en los que parecen no tener problemas de disminución de la capacidad. Entonces advertimos que esta declaración, para ser oponible a las personas, tiene que estar inscripta en un registro. Porque si no, uno puede contratar con una persona que está declarada incapaz sin saberlo; uno no puede recorrer todos los juzgados del país para ver si la persona es o no incapaz. Esta es una cuestión técnica que hace a la seguridad jurídica.

– ¿Las inquietudes que plantean son compartidas por otros colegios de escribanos?

– Herrero de Pratesi: Totalmente. De hecho se está haciendo un trabajo desde el Consejo Federal, que es la entidad que aglutina a todos los colegios de Argentina. Entendemos que estos temas deberían reconsiderarse

– Cerávolo: También esto es compartido por la Academia Nacional del Notariado.

– A nivel general, ¿qué les parece la media sanción del proyecto?

– Herrero de Pratesi: El Colegio aplaude y acompaña la iniciativa de actualizar las normativas que rigen las relaciones civiles y comerciales, e incluso de unificarlas porque creemos que es sano que estén en un único cuerpo. En esta segunda etapa de tratamiento es importante que se analicen los temas que han recibido observaciones, algunos muy delicados que afectan costumbres de la comunidad, como en el caso de las donaciones a hijos. Esperamos que el legislador prevea una regulación que dure muchos años, como sucede con el Código Civil actual, y que acompañe la realidad. La ley tiene que acompañar y regular la realidad. En este sentido hay muchos temas nuevos que el nuevo código recepta, como sucede en materia de bien de familia, pero hay otros que son tratadas de manera distinta, válida, pero sin receptar la idiosincrasia y las costumbres de los argentinos.