Previsiblemente, conocida la resolución de la Corte Suprema de Estados Unidos sobre el litigio argentino con los fondos buitre alentó las pujas entre diversos sectores que conviven en el área económica.
Ni bien se conoció la noticia que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos no tomaba el caso argentino en el juicio iniciado por los holdouts, el Ministerio de Economía de la Nación fue un vendaval de reuniones, caras de gran preocupación, y reproches mutuos.
Se sabe que en estos últimos días fue el propio ministro de Economía, Axel Kicillof, quien se lo informó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en comunicación por celular.
Allí, según comentaron fuentes de Casa de Gobierno, la presidenta habló con Oscar Parrilli y Carlos Zannini, para trazar una estrategia política sobre cómo poder enfrentar el trago más amargo en la economía internacional para la Argentina en los últimos años.
En el transcurso de las últimas horas se sucedieron las reuniones del ministro Kicillof con Jorge Capitanich, jefe de Gabinete, y los jefes de la Unidad de Reestructuración de la Deuda, Hernán Lorenzino y Adrián Cosentino.
Luego se agregaron a ese encuentro el titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega.
En ese encuentro hubo duros reproches, especialmente por el lado de Kicillof hacia Lorenzino y Cosentino.
Según aseguró una fuente del Ministerio de Economía, el ministro habría expresado que “el trabajo que hicieron ustedes y los abogados fue muy poco eficaz”.
“En definitiva, desde el año pasado ustedes venían diciendo que esto iba a tener un trámite jurídico muy ampliado que se iba a llevar todo el 2014, algo que estuvo muy lejos de ocurrir”, habría expresado el titular de la cartera económica.
Claro que allí se caldeó más el ambiente, ya que los allegados a Lorenzino y Cosentino aseguraron que “fue el propio Kicillof quien siguió las gestiones y dio el visto bueno siempre”.
“El problema es que estalla el tema y se empieza a buscar culpables”, comentó la misma fuente del Palacio de Hacienda.
Así estuvo el clima de Economía toda la tarde. Muy espeso, con cruces internos entre los funcionarios, con reproches y con la posibilidad de versiones de algunas renuncias en puerta.
Según se comentó con insistencia, Lorenzino y Cosentino renunciarían por estas horas a seguir conduciendo la Unidad de Reestructuración de la Deuda.
Por eso se habla que el viceministro de Economía, Emanuel Alvarez Agis, conjuntamente con Pablo López es quien comandaría un equipo joven del área para llevar adelante el nuevo canje de la deuda ya reestructurada, para que se pague aquí en la Argentina y evitar el embargo del juez neoyorquino Thomas Griesa a favor de los holdouts.
Es más, el estudio jurídico que representa a la Argentina en Estados Unidos, conjuntamente con estos jóvenes funcionarios del área de Finanzas, serán los encargados de negociar con Griesa y los buitres.
Sin dudas, una tarea sumamente difícil, y especialmente, ver qué consecuencias puedan quedar para el futuro de corto plazo.
