En los últimos tiempos se ha posicionado como la persona más fuerte del Gabinete nacional, detrás de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y ahora algunos en los pasillos de la Rosada redoblan la apuestan política por el ministro de Economía, Axel Kicillof.

Si bien tras conocerse la decisión que la Corte Suprema de Estados Unidos de no tomar el caso argentino en el juicio a los fondos buitres generó un malestar con el equipo económico, incluso funcionarios de casa de Gobierno se metieron de lleno en el asunto, lo real es que Kicillof vio la oportunidad del enfrentamiento a los buitres como el punto neurálgico de su lanzamiento político para el próximo año.

El oficialismo, cada vez más huérfanos de candidatos, apuesta a darle un espaldarazo importante al ministro Kicillof, una vez que se termine de llegar a algún tipo de acuerdo con los buitres.

“Hay que tener en cuenta una cosa, es que si bien hasta hace poco tiempo Kicillof no medía muy bien en Capital Federal, la pelea con los fondos buitre le está empezando a dar más rédito político, por las últimas encuestas que tenemos en nuestras manos”, enfatizó un importante funcionario de la Casa Rosada.

A partir de allí comenzaría a movilizarse el gran aparato que aún queda de La Cámpora para que antes de fin de año comience a instalarse la idea de Kicillof en la Ciudad de Buenos Aires.

Aún nadie quiere hablar de una candidatura en concreto, ya que algunos consideran que el ministro de Economía, y dada su juventud, podría ser un excelente candidato a legislador porteño y luego, sí empezar la carrera para postularse como candidato a jefe de Gobierno porteño.

Sin embargo, en el entorno del ministro hay cada vez más entusiasmo, a tal punto que quizás se olviden de una realidad económica del país cada vez más difícil.

Así, en su entorno se habla que hay tiempo y que perfectamente el titular de la cartera económica podría ser candidato a jefe de Gobierno porteño, “por los resultados en su gestión” y por el gran apoyo político que tendría de La Cámpora, y especialmente, en los distintos ámbitos universitarios.

Igualmente, parecería que falta mucha tela para cortar para ver si realmente Kicillof puede ser un buen candidato.

Y falta mucho especialmente desde el punto de vista económico, ya que la actividad económica registró un descenso en el primer trimestre y todo indica que el segundo trimestre también bajaría.

Si eso se confirma sin dudas se estaría entonces en cuadro recesivo del primer semestre de este año, algo que midiéndolo en función de los logros de su gestión “habría que ver si juega tan a favor” como opinan algunos asesores dentro del oficialismo.