– ¿Denunciaron al secretario general del SMATA, Ricardo Pignanelli, por delito de “coacción”. ¿Cuáles son los fundamentos?

– Porque dirigió un operativo donde virtualmente se secuestraron trabajadores en horario de trabajo para hacerlos votar a favor de la destitución del cuerpo de delegados de la autopartista Lear. En el mismo sentido, hubo cuatro trabajadores despedidos por no haber firmado contra los delegados. Esto, teniendo en cuenta que el sindicato, en línea con la posición de la empresa, montó una patota para impedir la reincorporación de otro grupo de trabajadores despedidos dispuesta por la Justicia. En definitiva creemos que se trata de una conducta anti-sindical, basada en lo que fueron los sindicatos fascistas. Pignanelli actúa con las prácticas del fascismo de Mussolini.

– ¿Por qué cree que Pignanelli adopta estas prácticas?

– Él mismo dijo que no quería en el gremio ningún delegado de izquierda o independiente de la conducción sindical que se ponga en defensa de los reclamos de los trabajadores frente a ola de suspensiones y despidos.

– ¿Cree que el Gobierno nacional es cómplice de esta política?

– Completamente. Porque el Ministerio de Trabajo debió intervenir en Lear a través de varias medidas: reponer a los empleados como lo dispuso la Justicia; hacer cumplir el convenio colectivo para impedir que las suspensiones sean sin goce de sueldo; decretar la conciliación obligatoria. El Ministerio actuó como un instrumento de la patronal y por su puesto ha estado asociado al SMATA.

– ¿El modelo sindical de Pignanelli es parte de una expresión sindical más amplia?

– Sí, no queda duda porque hubo 15 sindicatos que sacaron una solicitada en Clarín que costó millones de pesos, donde atacaron a partidos de izquierda y sectores que prestaron una lucha frente a ola de despidos y suspensiones.