Gran parte de los artículos que llegan a mis manos acerca de los beneficios de la lactancia materna para la mamá tienen un mensaje claro: la lactancia materna es buena porque ayuda a la mujer a recuperar el peso y volverse delgada; no afecta negativamente el tamaño o la forma de los senos; sus efectos fisiológicos la ayudan a ser una buena madre; disminuye el riesgo de cáncer, y participa en el control de la natalidad. Pero poco se habla acerca del placer que sienten la mamá y el bebé en este acto amoroso.

A veces se pretende mostrar que el placer de la madre al amamantar está en la prestación desinteresada a su bebé de la beneficiosa y saludable leche de sus pechos y no está en absoluto relacionada con sus propias motivaciones. Pero lo que motivó a los mamíferos no humanos a amamantar no fue una lectura intelectual de los beneficios que les reportaría a sus bebés.

El mensaje la lactancia materna pareciera estar diciendo que la leche materna es la mejor. Y se olvidan de nuestro derecho a participar del placer y de ese vínculo maravilloso y esas sensaciones tan especiales que sentimos las mamás y sienten los bebés cuando están siendo amamantados.

El defecto del chupete o de la mamadera no es que el pezón sea de plástico, sino que el cuerpo no está en el chupete o el biberón. Quiero resaltar la lactancia materna como un derecho de la mujer más que como una obligación, y su derecho a también participar del placer del acto de amamantar que a muchas se les ha sido negado.

Por eso invito a todos este jueves a las 18Hs a la Legislatura Porteña (Perú 160) que estará el reconocido pediatra Carlos González para hablar sobre éste y otros temas y además presentará su libro “Un regalo para toda la vida, guía de lactancia”.

Victoria Morales Gorleri es diputada del Pro, presidenta de la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología y vocal de la Comisión de Mujer de la Legislatura porteña.