El adelanto de parlamentario.com del jueves pasado respecto a la posible ruptura del gobernador rionegrino con el oficialismo causó gran conmoción y repercusión en los medios en general y la política en particular. Es que más allá de la actitud puntual de Alberto Weretilneck, un hombre proveniente del Frente Grande, aliado entrañable del Frente para la Victoria, tal posibilidad implicaría un traspaso de legisladores que responden a este gobernador.

Señalamos esta semana que Weretilneck se disponía a dar un paso hacia el Frente Renovador de Sergio Massa y se llevaría con él dos diputados que hoy integran el bloque oficialista. Según el anticipo que un legislador formuló a parlamentario.com, se da por descontado que la salida del gobernador arrastraría a los diputados Herman Avoscán y Luis María Bardeggia: es que ambos integran el Frente para la Victoria en el Congreso, pero militan en el Frente Grande rionegrino, que responde al gobernador. El primero tiene mandato hasta 2015 y el segundo hasta 2017.

Lo cierto es que el mandatario confirmó este fin de semana su acercamiento a Massa, con el que entabló una relación. Dentro de la Argentina que viene, dijo el gobernador a La Nación, “lo veo a Sergio Massa no sólo con altísima posibilidad de ser presidente, sino con un concepto de federalismo que a mí me interesa”. Para Weretilneck, “termina una etapa en la Argentina, un ciclo político que condujo Néstor Kirchner y la presidenta”.

Tras reivindicar las “cosas buenas” de esa etapa, el gobernador dijo que “hoy para mí lo que se viene es Sergio Massa, sin minimizar ni dejar de valorar a los otros candidatos, pero hoy por lo que nosotros evaluamos creo que Sergio es la persona que la Argentina necesita y que Río Negro también necesita. Esto no significa que como conjunto de la dirigencia del gobierno de Río Negro sea una decisión tomada”.

Aclaró que el Gobierno nacional sigue cumpliendo los compromisos asumidos, pero marcó como punto de quiebre la posición de la provincia con respecto a la ley de hidrocarburos, a lo que sumó “el diálogo que estoy teniendo con Massa”.

Admitió también las discrepancias con el senador nacional Miguel Pichetto y estimó que “no hay vuelta atrás” en la relación, fundamentalmente porque “cuando uno deja de creer en la persona o cuando uno ve que la palabra asumida no se cumple, es muy difícil volver para atrás”. Contó que “habíamos hecho un acuerdo de palabra que era que el proyecto de elecciones de 2015 se iba a discutir en febrero o marzo de 2015. El senador había asumido el acompañamiento al contrato de Petrobras y a las leyes importantes que el gobierno proponga, y mi compromiso era la elevación del proyecto de las PASO que él pretendía. Mis compromisos los cumplí”.

Por otra parte dijo verse “fuera del FpV” y remarcó que “me empujan a estar afuera porque la actitud de la dirigencia del Partido Justicialista de Río Negro es una actitud expulsiva. Todos los días y en forma permanente me empujan fuera del espacio que habíamos construido. Por lo tanto, a mí no me gusta estar en lugares donde no me quieren”.

Si junto con el gobernador rionegrino se fueran los dos diputados mencionados, el FpV quedaría con 117 bancas. El arco oficialista suma hoy aproximadamente 133 presencias con la ayuda de aliados fieles: los siete del Frente Cívico Santiago, los tres de Nuevo Encuentro, Oscar Anselmo Martínez (Movimiento Solidario Popular), Gustavo Fernández Mendía (PJ La Pampa), Graciela Boyadjian (Movimiento Popular Fueguino) y Alicia Comelli (Movimiento Popular Neuquino). Por ende, la partida de los dos rionegrinos dejaría a la tropa de Cristina Kirchner con 131 bancas firmes, apenas dos más de los 129 que se necesitan para iniciar sesiones y aprobar leyes que requieren mayorías especiales.