El legislador Maximiliano Ferraro envió un proyecto para saber cuál es "la situación de los pagos y las circunstancias contractuales de los docentes” en los últimos cinco años. Busca analizar la evolución de la oferta de los cursos y los flujos financieros del mismo.
El proyecto de resolución enviado por el legislador porteño de la Coalición Cívica Maximiliano Ferraro establece que el Poder Ejecutivo debe informar en un término de treinta días, sobre los pagos percibidos por los docentes de los cursos y talleres que se dictan en el Centro Cultural General San Martín (CCGSM).
Al mismo tiempo, busca investigar respecto de la evolución de su oferta y de los flujos financieros que afectan esta actividad. El objetivo es valorar las condiciones de una de las actividades que han colaborado en el reconocimiento del CCGSM y que han sido uno de los elementos centrales en la consolidación de nuestra ciudad como una de las capitales culturales latinoamericanas.
El informe debe detallar la situación contractual de los docentes y la modalidad de pago, ya sea cheque, efectivo o depósito e indicar la fecha y forma en que vayan a pagarse.
Otro de los puntos importantes del proyecto es que debe especificar el número de cursos y talleres que se dictaron a lo largo de los últimos cinco años, detallando frecuencia, carga horaria, matrícula y costo de los mismos.
También, debe indicar la suma que ha ingresado por caja en ese concepto en los últimos cinco años, señalar las partidas presupuestarias y los flujos financieros que afecta ese ingreso y egreso de dinero, detallando las fuentes y el uso de los mismos.
Además, cuestiona sobre si los docentes ha manifestado algún tipo de reclamo de manera formal o informal y en caso afirmativo señale cuáles han sido estos reclamos y qué medidas se han tomado al respecto.
El proyecto refiere que “a partir del año 2003, bajo la administración de Claudio Massetti, los talleres que eran más de cincuenta, pasan a depender del CCGSM. También se les suman los de la sala 25 de Mayo de Villa Urquiza alcanzando un total de 150”.
“Según manifiestan algunos de los docentes, las demoras en los pagos son de tres meses, pero a veces el tiempo de espera es aún mayor y ha llegado hasta los seis meses. Esta situación que ya en su perspectiva es crónica, hizo que algunos docentes levantaran sus talleres. Recordemos que las condiciones contractuales le exigen tener al día el pago del monotributo muchas veces sin haber recibido el pago de sus haberes”, concluye el autor.
