Por Agustín Alvarez Parisi
– ¿Usted, en definitiva se va a presentar como candidato a la presidencia de la Nación?

– Todavía no he tomado la decisión de lanzarme. Lanzamos una campaña donde le presentamos a los argentinos las expectativas que tiene el Norte Grande como una forma de discutir las oportunidades que la Argentina tiene, en el convencimiento de que Argentina o crece o retrocede, y ese es el desafío que tenemos por delante. Sobre las candidaturas, tomaremos la decisión un poco más adelante. Los medios hablaban de candidatura, pero en realidad es una campaña para ver como seguimos creciendo los argentinos y una propuesta bien clara y concreta de un nuevo reordenamiento territorial y relocalización de funciones del Estado argentino.

– Este lanzamiento lo hizo el Movimiento San Martín en Santiago del Estero y con la participación de dirigentes del Norte Grande.

– Participaron siete mil dirigentes políticos, académicos, científicos, empresarios, dirigentes sociales, donde debatimos las posibilidades, las transferencias tecnológicas y la proyección del Norte argentino y sus seis millones de hectáreas para incorporar el sistema de producción de alimentos que Argentina tiene y dispone de la principal reserva de alimentos y de agua del planeta. Esto nos permite construir juntos el escenario del futuro y prepararnos como dirigentes políticos y sociales para liderar los tiempos y los cambios que la Argentina requiere.

– Usted propone trasladar la capital a Santiago del Estero. ¿Por qué?

– ¿Por qué Santiago del Estero? Porque es la primera ciudad del Virreinato, porque es un punto de convergencia de toda la Argentina con salida hacia el Pacífico; es el centro de todos los comercios y negocios del mundo. Tiene vinculación hacia el Mercosur y hacia el Atlántico y de conectividad hacia el sur, hacia el norte, este y oeste del país. Y sobre todo, en el Norte argentino se han hecho extraordinarias inversiones en infraestructura que permiten ser hoy la plataforma del desarrollo productivo de la Argentina. Si a esto le incorporamos que la canalización del Bermejo va a representar un millón y medio de hectáreas bajo riego que se pueden incorporar al sistema productivo, el proyecto del Canal del Norte Grande que va a tener un impacto sobre el desarrollo y la economía del país, constituye el norte argentino la tierra de promesas y el puente con el futuro para la Argentina.

– Con todos estos argumentos, ¿realmente cree que será posible trasladar la capital de la Argentina a Santiago del Estero?

– De lo que estoy convencido es que este modelo de organización del Estado realmente está agotado, que tenemos el 33 por ciento de la población concentrado en 100 kilómetros cuadrados, que esto genera cada vez más pobreza, mas exclusión, más violencia y requiere una relocalización que permita tener un ordenamiento del territorio, que permita una planificación donde haga más vivible la vida de los argentinos. Si hay algo que nos sobra en la Argentina es tierra y tenemos el grueso de la población concentrada en grandes centros urbanos. Para el año 2030, Naciones Unidas prevé que el 80 por ciento de la población mundial va a vivir en grandes centros urbanos, es hora de que los argentinos tomemos el mandato de Juan Bautista Alberdi de que gobernar era poblar, y tengamos una política de desconcentración de población y de ordenamiento territorial. Si no lo hace la dirigencia política, social, empresarial y no instalamos este debate, nadie lo va hacer, por eso yo estoy entusiasmado con el puente hacia el futuro que la Argentina necesita, sobre todo cuando todos tenemos la certeza de que este tiempo es el tiempo de América Latina.

– ¿Cuáles son las “ideas fuerza” que tiene el Movimiento San Martín con miras al futuro?

– Primero, iniciar un proceso de planificación estratégica de toda la Argentina, que empiece por el rol que tienen los municipios, las provincias y las regiones, que haya una transferencia intensiva de conocimiento y tecnología al sistema de producción; que la educación esté estrictamente vinculada al sistema de desarrollo de producción de competitividad de nuestra economía, tener una política agresiva de interacción de las economías regionales que son generadoras de trabajo y empleo; profundizar el rol del Ministerio de Ciencia y Tecnología transfiriendo conocimientos a quienes hoy producen en nuestro país, y retomar la idea de cara al Bicentenario de lo que fue el proyecto de la Patria Grande. Si este es el siglo de América Latina, el proyecto de la Patria Grande de San Martín, de Güemes, de Belgrano, de Artigas, de Rosas, de Yrigoyen, de Perón, de Evita, de Néstor y hoy de Cristina, está vinculado el propio comercio en las naciones del Sur de América y sobre todo tener una estrategia de integración en el Norte Grande para que los recursos de la Argentina lo administremos los propios argentinos.

– Se están debatiendo en el Congreso proyectos sobre ley de Abastecimiento y Defensa al Consumidor. ¿Cuáles serán los beneficios para los consumidores y para los usuarios?

– Hay dos ideas que son muy claras y muy sencillas. La primera es encontrar mecanismos de resolución rápida de conflictos, porque la verdad es que los usuarios pueden reclamar, pero nunca ven satisfechos sus reclamos y esto me parece extraordinario: encontrar un mecanismo de agilidad de resolución; y lo segundo, la creación de un Observatorio que permita hacer un seguimiento y análisis de disponibilidad de stock y de seguimientos de precios en la cadena de valor, atento a que siempre el que produce y genera la riqueza que después se comercializa y se industrializa es la parte que menor captación tiene de la renta que lo que genera y tiene extraordinaria rentabilidad del proceso de comercialización llegando al usuario a precio que genera reclamos.

Tener un observatorio que estudie la cadena de valor, que garantice mayor competencia y competitividad en la oferta y genere más mercados, me parece que es lo que Argentina necesita. Necesitamos salir de posiciones monopólicas en la oferta de producción y alentar la competitividad. Un Observatorio va a permitir detectar donde están las dificultades que encarecen el proceso de generación de valor de los productos argentinos.

– El Poder Ejecutivo acaba de enviar al Congreso un proyecto de ley que impulsa reabrir el canje con los bonistas. ¿Considera que con este proyecto se podrá encontrar una salida a esta situación que se presenta con los fondos buitre?

– El juez Griesa impide pagar y pretende que se caiga la reestructuración de la deuda 2005 y 2010, la más exitosa que ha tenido la Argentina. Por lo tanto, lo que la presidenta ha enviado al Congreso muestra la voluntad de pagar, es una señal muy clara de que la Argentina está dispuesta a pagar y que si hay un obstáculo, crea todas las condiciones para que quien quiera cobrar aun en rentabilidad extraordinaria, pueda hacerlo. Esto me parece que es una señal muy sana, primero para los propios argentinos. Segundo para el mundo y tercero para el mercado; es decir, Argentina cumple y honra con sus obligaciones a pesar de que un juez de Estados Unidos está impidiendo que Argentina cumpla sus obligaciones con el 93 por ciento de los bonistas. Me parece que esto es un mensaje muy fuerte para el mundo. Cuando uno resuelve defender los intereses de lo que representa que es el pueblo argentino, más temprano que tarde esto se va a reordenar. Porque Griesa nos ha metido a todos los argentinos en una locura, es un disparate en el orden financiero internacional y Argentina está siendo un caso testigo en el nuevo orden financiero internacional. Los Estados y la decisión política están por sobre el mercado. Lo que estamos viendo a partir del juez Griesa es el rostro más ridículo del mercado manejando la economía.