La idea que viene proponiendo Julián Domínguez cuenta con la visión positiva del 44 por ciento de los encuestados por la Consultora Equis. Las razones a favor y en contra.
Hace rato que el titular de la Cámara de Diputados viene proponiendo el traslado de la Capital Federal al interior del país. A Santiago del Estero en particular, propuesta que recogió esta última semana la presidenta de la Nación, que le dio un gran espaldarazo precisamente en esa provincia.
A partir de esa propuesta de debate que sugirió Cristina Kirchner, la Consultora Equis realizó una encuesta, donde un mayoritario 44% de los entrevistados a nivel nacional acordó con la propuesta mientras el 30% se manifestó contrario al traslado.
Entre los argumentos a favor se señaló que hoy existe mucha concentración y saturación de población en la actual Capital Federal, y esto según los entrevistados genera falta de empleo, con consecuencias en un aumento de la delincuencia.
El mudar la capital reordenaría el territorio, generando nuevos puestos de empleo en lugares poco poblados del interior, desconcentrando a la Ciudad de Buenos Aires y la zona metropolitana, en la cual se encuentra mucha gente hacinada sin poder trabajar.
Por lo tanto, según los entrevistados habría mayor oferta de trabajo en todo el país: mayor cantidad en el interior y apertura de posibilidades en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. A su vez, se vería acompañado el proceso de una mayor distribución de recursos y empresas, aportando a la equidad, la repoblación del país y su actividad económica; incrementado el crecimiento económico de las provincias; el desarrollo y expansión de todo el país, con mayor educación y salud para los actuales pueblos del interior; y a la creación de más ciudades y menos pueblos pobres.
Los argumentos en contra del traslado que se expusieron, según la consultora que maneja el sociólogo Artemio López, no tienen mayores contenidos que el de los gastos desmedidos que el mudar la capital implicarían. Muchos detractores de la propuesta expresan no saber por qué no les gusta: “no serviría”; simplemente lo ven como un disparate o afirman que “hay cosas más importantes” para hacer. A su vez, se menciona que el intento de traslado de la capital “fracasó ya durante el gobierno de Raúl Alfonsín”.