El senador nacional y presidente del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz, cuestionó este lunes el régimen tributario actual, al que definió como un “sistema de peajes”, y prometió que en caso de llegar a la Presidencia de la Nación impulsará una modificación, para que la recaudación de impuestos sea fruto “de la rentabilidad y no de la facturación”.

“Este es un sistema de peaje, que no tiene nada que ver con un sistema tributario. Hay un peaje en la Aduana, que son los derechos de exportación, hay un peaje en los bancos, que es el impuesto al cheque, y hay otro peaje en los supermercados, que es el IVA. El señor nombrado por el presidente como jefe de la AFIP solamente se sienta y empieza a recibir dinero de esos peajes”, dijo Sanz.

El senador nacional por Mendoza formuló estas declaraciones en una disertación realizada en el marco de la celebración del Día de la Industria, organizada por la Confederación de la Mediana Empresa (CAME), en el hotel Intercontinental, ubicado en el barrio porteño de Monserrat.

Para Sanz, “el sistema tributario es cobrar impuestos sobre la base de la rentabilidad, no de la facturación, como se hace en las provincias mediante el impuesto a los Ingresos Brutos”, y se pronunció a favor de aplicar impuestos como Ganancias, que “es el más progresista, porque paga más el que más tiene y paga menos el que menos gana y menos tiene”.

Sanz también se pronunció a favor de aplicar “cargas laborales diferenciadas”, porque según dijo “no puede ser lo mismo la carga para una multinacional que para una pyme que tiene diez, quince o veinte empleados”.

También se refirió a los subsidios a los servicios públicos y señaló: “Yo pago por el alquiler de un departamento de Las Heras y Pueyrredón en esta ciudad diez veces menos de factura de gas y luz que en mi casa de San Rafael, en Mendoza. ¿Cómo no se van a poder reestructurar?”.

El precandidato presidencial del Frente Amplio Unen (FAU) apuntó que “el próximo presidente va a gobernar sin mayoría propia”, lo que “para algunos puede ser escalofriante”, pero que para él es “fantástico”, porque “no va a haber más paternalismos, liderazgos mesiánicos ni mayorías absolutas”.

“Los que vengan, sea el que sea, van a tener que ser líderes de acuerdos, tolerantes, que tengan condiciones para construir mayorías, en el Congreso de la Nación y fuera de él”, aseveró.

Sanz insistió en promover un modelo de desarrollo del país con “regiones fortalecidas y con economías regionales sólidas y pymes” y señaló que “eso no se arregla trasladando la Capital Federal” al interior del país, aunque se declaró “de acuerdo” con esta idea y recordó que fue impulsada durante el gobierno de Raúl Alfonsín.

Con respecto a los procesos de deportación de ciudadanos extranjeros que cometen delitos, Sanz dijo que “no se trata de modificar la legislación” y sostuvo que “el problema de los extranjeros que cometen delitos no está en después del delito, sino antes”, porque hay una “falencia enorme en Migraciones, donde no hacen estudios detallados de las personas que entran”.

“Hay extranjeros que vienen a trabajar dignamente y esto está dentro del preámbulo y otros que vienen con antecedentes complicados y y utilizan la Argentina como resguardo del delito porque acá hay impunidad. Con esa gente hay que ser duro y aplicar el peso de la ley”, aseveró el legislador nacional.

También cuestionó que “frente a hechos de inseguridad la Policía Metropolitana y la Federal se tiran la pelota unos a otros y dejan al ciudadano en situación de desprotección”.

Sobre la Ley de Abastecimiento, Sanz evaluó: “Yo derogaría, porque esa derogación significaría, más allá de que las pymes estarán afuera, poner en funcionamiento el Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia, que está sin funcionar”.