El expresidente opinó que la prioridad del próximo gobierno deberá ser la reinserción internacional del país para alentar inversiones productivas extranjeras.
Carlos Menem rompió el silencio y opinó sobre el rumbo del país, jaqueado por la restricción del frente externo. El expresidente y actual senador nacional por La Rioja consideró que “la prioridad estratégica de la Argentina en el próximo período constitucional es la reinserción del país en el concierto global de las naciones”.
En su opinión, solo con una estrategia “clara” de ese orden el país podrá “alentar una oleada de inversiones productivas, lo que requiere estabilidad económica y seguridad jurídica”.
“Perón nos enseñaba que “en el mundo de hoy la política puramente nacional es una cosa casi de provincias. Hoy, lo único que importa es la política internacional, que se juega por adentro y por afuera de los países”, dijo el titular del Poder Ejecutivo entre 1989 y 1999.
En una columna titulada “Los mejores años de la Argentina son los que están por venir”, publicada en el diario El Cronista, el exmandatario sostuvo que “el aislamiento externo es sinónimo de atraso económico”. Para evitarlo, indicó que el país “necesita asumir una participación activa en las grandes corrientes de comercio y de inversión de la economía mundial”.
“Este reposicionamiento internacional requerirá un esfuerzo de audacia e imaginación similar al que protagonizamos durante la década del 90, cuando superamos exitosamente otra situación de aislamiento y convertimos a la Argentina en una nación respetada y respetable”, manifestó el senador.
Menem afirmó que solo así “estaremos en condiciones de generar las bases económicas sólidas que nos permitirán erradicar la afrenta inadmisible que representa el estado de pobreza en que están sumergidos hoy millones de nuestros compatriotas”.
Sin embargo, advirtió que “la historia nunca se repite”, por lo que “ayer sirvió puede resultar inapropiado frente a lo nuevo”. “Este mundo de hoy presenta dos características inéditas: el nacimiento de la sociedad del conocimiento, derivada de los gigantescos avances científicos y tecnológicos, y el ascenso de los países emergentes, encabezados por China, erigidos en actores fundamentales de la economía global”, afirmó.
En lo que respecta al vínculo con las naciones en desarrollo, Menem indicó que es preciso desarrollar “la creación de centros de industrialización de las materias primas agropecuarias cerca de sus respectivos lugares de producción, y el aprovechamiento integral de los recursos energéticos y minerales, unidos al fortalecimiento de los vínculos políticos con los países vecinos y socios del Mercosur”.
Para el senador nacional, esa estrategia debe estar acompañada “en la Argentina que viene” de una focalización en la educación como “principal herramienta para la justicia social”. “La educación ha dejado de ser ya una etapa de la vida para transformarse en una dimensión permanente de la existencia humana. Esta exigencia ineludible plantea la impostergable puesta en marcha de una verdadera Revolución de la Educación y del Trabajo”, sostuvo.
“La etapa que se inicia exige visión estratégica y clara decisión política. El punto de partida es la unidad nacional, objetivo que nunca será alcanzable con la vista fijada en el espejo retrovisor, sino con la mirada orientada hacia el futuro”, concluyó el expresidente.
