Reivindicó su condición radical y sus convicciones, pero reclamó de parte del oficialismo “un ida y vuelta”. Y enfatizó que el debate no es “patria o buitres”.
Uno de los discursos más esperados durante este largo debate era sin dudas el del diputado Eduardo Santín, el único radical dispuesto a votar a favor del proyecto oficial. Habló alrededor de la 1 de la madrugada, señalando que “cuando discutimos sobre políticas de Estado no es necesario solamente que la oposición se ponga en una situación de acompañar cada cosa que el Ejecutivo hace, porque sino estamos traicionando el ser nacional”.
“Necesitamos un ida y vuelta”, le advirtió al Ejecutivo, acotando que eso “tiene que ver con las formas, y las formas en la democracia son muy importantes”.
Santín aclaró que el tema “me lleva a mí a que hoy entienda que el fondo que lo que se está discutiendo es más importante que las formas”. Dicho lo cual, señaló que “partiendo de la base que me parece razonable el planteo que hace el Poder Ejecutivo, yo decidí apoyar” el proyecto.
Ese anuncio esperado de Santín despertó un fuerte aplauso en el recinto, que llevó al legislador radical a aclarar que “no lo hago para que el bloque oficialista me aplauda. Porque la realidad, yo soy un radical afiliado desde hace años a mi partido, tengo convicciones… Siempre entendí que el radicalismo es un instrumento para transformar la realidad, y de ahí doy la discusión, hacia adentro y hacia afuera”.
“Lo hago desde la convicción de que no creo que este debate sea entre patria o buitres, sino entre los buitres y los bonistas que accedieron al canje”, precisó el legislador radical, que enfatizó que entiende que el objetivo de esta iniciativa es que los bonistas que entraron al canje “puedan terminar cobrando y es el esfuerzo que tenemos que hacer entre todos”.
Asimismo pidió que el oficialismo “entienda que a la oposición no se la lleva a los mazazos”, y en ese sentido recordó que hay en la cámara varios proyectos sobre el tema que no fueron tenidos en cuenta.
Por último, dijo tener “diferencias con cómo se manejó la deuda, y también con el artículo 1°” del proyecto de pago soberano, que respalda los canjes de 2005 y 2010, lo cual rechazó enfáticamente, argumentando que “no se puede pedir un aplauso para el asador cuando salió por lo menos chamuscado”.
“Pero como nosotros pretendemos ser la alternativa a este gobierno en 2015, yo pretendo dejar un país ordenado”, concluyó, argumentando así su voto positivo.
