Aunque duela debemos preguntarnos si somos nosotros los responsables si efectivamente lo somos, nuestra patria es victima de nuestra impericia para elegir a quienes nos deben gobernar. Es claramente la conclusión a la que llego mirando nuestra grave situación.

Analizando sólo los últimos 30 años y sus gobiernos, con el marco positivo de un mundo que nos es favorable y una regularidad institucional única desde 1916, el sueño del país potente y en crecimiento en todos los planos es hoy una expresión de la decadencia mas dolorosa.

Pero, ¿quién eligió a los que nos mal gobernaron? No hay duda: ¡nosotros! Enumerar nuestra actualidad y el análisis del futuro es deprimente.

¿Cuál es la razón de nuestras equivocaciones? Sin duda ser engatusados por la demagogia y el oportunismo de gente incapaz y corrupta. Podemos volver al error si no prestamos atención a una advertencia.

Miremos bien, no el discurso impactante y bien difundido por los medios sino la trayectoria, la limpieza de vida, la experiencia de gestión bien acreditada. No permitamos que nos obnubilen con la hojarasca impactante que vemos en el trio de apetecedores del poder que hoy llenan encuestas pero que no acreditan nada de lo que debe ser el difícil camino de recuperación institucional, económica y moral.

Debemos mirar la honestidad, vocación democrática, gestión realmente acreditada y una conducta puesta al servicio de los ciudadanos y no al servicio del bolsillo del mandamás de turno y de sus amigos.

Si volvemos a repetir errores no habrá futuro promisorio para el país.

Si aprendemos la lección no será fácil la gestión, pero iniciaremos el único camino posible que nos permita superar la anomia a la que nos llevaron los gobiernos corruptos, demagógicos y facilistas. Es imprescindible no repetir errores. Nuestro futuro, el de nuestros hijos y nietos nos impone la obligación de elegir bien a nuestros gobernantes.

Dr. José Bielicki

Abogado

Diputado Nacional (mc)