El diputado Nicolás del Caño (PTS/FIT) propone derogar los decretos secretos que instituyeron y reglamentaron el espionaje de la Policía Federal. El caso del Proyecto X.
Se trata del decreto ley 9.021/63 que instituye el Cuerpo de Informaciones de la Policía Federal Argentina y su decreto reglamentario 2.322/67. Ambos están vigentes en la actualidad y son los que dan un “marco legal” al Cuerpo de Informaciones de la Policía Federal Argentina, cuya función es el espionaje político, indicó el diputado.
Para Del Caño, es “imperioso terminar con toda normativa secreta heredada de dictaduras pasadas pero que conservan su vigencia y, lo que es más grave, que permiten que continúen funcionando los organismos de espionaje político”.
“Por eso proponemos disolver el cuerpo de espías que posee la Policía Federal Argentina y permitir que los organismos de derechos humanos de reconocido funcionamiento en el país tengan acceso a esa información, así como permitir que las víctimas del espionaje político puedan acceder a aquella información en tanto se vean mencionados en ella”, explicó.
El diputado del FIT advirtió que “el tema es de gran actualidad porque aun existiendo otros antecedentes en la historia reciente de nuestro país, causó gran conmoción la denuncia que realizaron organismos de derechos humanos sobre la infiltración de un agente secreto de la Policía Federal Argentina en un medio de comunicación alternativo como la Agencia de Comunicaciones Rodolfo Walsh y desde allí entablando relaciones con gremios y referentes políticos y sociales”.
El caso del Proyecto X
Myriam Bregman, abogada del PTS y del CEPRODH y denunciante del Proyecto X, es una de las impulsoras de la denuncia por la infiltración del oficial de inteligencia de la Sección “Reunión de Datos- División Análisis” de la Policía Federal, Américo Alejandro Balbuena, en la señalada agencia desde el año 2002 hasta el mes de abril de 2013 en que fue descubierto y puesto en evidencia.
Bregman describió que Balbuena “simuló ser periodista y así obtuvo ilegalmente información de las distintas organizaciones políticas, sindicales, sociales, estudiantiles y de derechos humanos que tenía asignadas como objetivo”.
“Durante los once años en que el espía Balbuena mantuvo su actividad como infiltrado, simuló ser periodista de la Agencia Rodolfo Walsh para aparecer cubriendo periodísticamente una amplia agenda de actividades y eso le permitió tener vínculos con distintos referentes y militantes. Incluso por esa vía llegó a realizar entrevistas dentro de los domicilios particulares de varios de ellos. Todo esto lo denunciamos y probamos en la Justicia”, precisó la abogada.
Bregman señaló que “el cuerpo de espías que integra Américo Balbuena apela para su funcionamiento al decreto ley 9.021/63 que instituye la ‘Orgánica del Cuerpo de Informaciones de la Policía Federal Argentina’, un organismo especial de la Policía Federal que funciona como una estructura paralela y con unos mil agentes asignados para el espionaje político”.
“Ya demostramos también las denuncias sobre el Proyecto X y más recientemente con el caso del ‘gendarme carancho’ y el destituido Coronel del Ejército infiltrado Roberto Galeano en las manifestaciones de los trabajadores de Lear, que el aparato de espionaje sigue en pie contra los que luchan y se organizan”, agregó.
“Seguiremos peleando por el desmantelamiento de todos los aparatos de inteligencia que están orientados a la persecución de los movimientos populares y de las organizaciones políticas y gremiales”, concluyó Del Caño.
