El titular de la Comisión de Presupuesto justificó el déficit fiscal por el pago de la deuda externa y los subsidios a energía, pero negó que genere inflación. También desmintió un aumento “descontrolado” del empleo público y destacó la inversión pública, el superávit comercial y la recaudación tributaria.
A modo de balance de la década kirchnerista, el diputado Roberto Feletti resaltó que el Presupuesto 2015 ratifica una “política fiscal consistente con las necesidades sociales e infraestructura de la Argentina, porque es este lugar el que permitió la moratoria previsional inclusiva y la Asignación Universal por Hijo”.
Mantiene la “defensa de la competitividad de la economía en términos de subsidios a energía; la progresividad del federalismo fiscal respecto del pasado y un fuerte proceso de inversión pública que triplicó la década anterior”, resumió el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
Y habló de un la construcción de una “nuevo Estado de Bienestar” que protege al “ciudadano independientemente de su condición de empleo”.
Sin embargo, Feletti también reconoció que el Presupuesto 2015 mantiene un déficit fiscal, que justificó por la “necesidad de exportación y subsidios de energía” -para que no esté a “precio internacional”- y a “los vencimientos de deuda”.
En este sentido, el economista kirchnerista negó que la emisión monetaria para financiar este déficit sea causa del proceso inflacionario. “Pensar que porque hay desequilibrio fiscal hay inflación, además de ser atrasado desde el punto de vista de estar pasado de moda”, es argumento “para un ajuste”, sostuvo.
El diputado resaltó que en la década K “hay ocho años de presupuestos superavitarios, que tampoco fueron acompañado por la oposición, y ahora va a presentar cuatro años de resultado primario deficitario”.
A pesar de eso, dijo, este Gobierno “no llebó impuestazo a los más humildes, ni al desmadre en la toma de deuda”.
En relación a los compromisos externos, dijo que hay un desembolso de 12.500 millones de dólares por año entre 2012 y 2015: “un esfuerzo fiscal enorme que explica el desequilibrio en el Presupuesto junto con el subsidio a la generación de energía”, insistió.
“Para los que hablan de desmadre del gasto corriente: se mantuvo constante a tasa de crecimiento anual del 23 por ciento, casi compatible con la pauta salarial, con lo cual desmentimos cualquier desmadre el gasto público; tiene correlación estricta con el funcionamiento del Estado”, agregó.
Y remarcó que “los incrementos del PBI del gasto corriente tienen que ver con sostener la política fiscal a pesar de la desaceleración de la economía; desmentimos cualquier expansión desmesurada del gasto corriente”.
“Desmentimos que este Gobierno está incorporando empleo público descontroladamente”, agregó luego en relación a otra de las quejas opositoras.
Inversión pública
Por otro lado, Feletti resaltó que la inversión pública de la década kirchnerista “triplicó” la de la década de 1990, para ponerla en función de un “modelo productivo que tiene récords en producción”, particularmente en bienes como granos, autos, lavarropas, heladeras y televisores.
“No es la debilidad de la inversión e infraestructura un problema de competitividad del país”, aseguró y dijo que esta variable “tiene absoluta correlación con las necesidades del país y la evolución del Presupuesto”.
Precisó que la inversión pública se ubica en el 2012 en 2,2 por ciento del PBI, 2,9 por ciento en 2013 y llega al 3,3 por ciento en el Presupuesto 2015.
Recaudación
El miembro informante del oficialismo también resaltó que la presión tributaria es del 6,2 por ciento del PBI y “aspiramos a llevarla al 6,7 por ciento”.
“Nunca tuvimos Presupuesto que contuvieran impuestazos, como pasó”, enfatizó y señaló que la “enorme capacidad de recaudación es otro legado que recoge el Presupuesto y que debería ser apoyado”.
