Se conocieron días pasados los nombres de los ganadores del Premio Nobel de la Paz: la joven paquistaní Malala Yousafzai y para el indio Kailash Satyarthi. Más de uno se había ilusionado con que el galardón apuntara para acá, o mejor dicho al Vaticano, correspondiéndole al papa Francisco. Es más, un diputado no se había quedado de brazos cruzados, sino que había hecho campaña a favor del santo padre. Lo hizo a través de una nota enviada al comité noruego para solicitar que se tuviera en cuenta la obra de nuestro Jorge Bergoglio para la designación de este año. “Su rol en la búsqueda de la paz social en el mundo pudo verse universalizada en los últimos meses, pero es una tarea que desarrolló durante toda su vida”, fundamentó el diputado, agregando que Francisco “es un hombre que a lo largo de su vida pública, sea como sacerdote, como prelado o líder social, ha mostrado una inquebrantable disposición para ayudar a los demás y, en algunos momentos lo ha hecho incluso arriesgando su propia vida”.

El diputado en cuestión es el santafesino Oscar “Cachi” Martínez. A no desesperar, tal vez se de el año próximo.