La iniciativa delega en el fiscal toda la investigación de los hechos y establece graves sanciones para aquellos jueces o fiscales que no cumplan los plazos establecidos para las causas. Busca evitar "la puerta giratoria" en cuanto a los reincidentes y prevé la expulsión del país de los extranjeros que delinquen. El nuevo Código no regirá para las causas en curso.
La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, anunció el envío al Congreso del proyecto de reforma del Código Procesal Penal. Por cadena nacional, la mandataria señaló que este es “un Código diferente”, que alcanza “un universo más restringido, pero no menos importante”.
“Un universo de 60 mil personas, que son las que están detenidas en la Argentina; la otra parte del universo comprendido son las víctimas”, detalló.
En su reaparición pública después de haber estado afectada por faringitis, señaló que es algo que reclama la sociedad, que pide “una administración de la Justicia penal mucho más segura”, y precisó que el código vigente se sancionó en 1991. “Un código mixto, entre inquisitorio y acusatorio”, dijo, precisando que el juez puede delegar si quiere la investigación en manos del fiscal.
“Aquí estamos instalando el sistema acusatorio”, dijo, señalando que delegará en el fiscal toda la investigación. “Con una gran novedad, porque introducimos en el Código a las víctimas, no como meros querellantes, sino que van a poder participar junto al fiscal y el juez, proponiendo inclusive medidas”, dijo.
Al reseñar los principios generales que tendrá el Código, dijo que todas las medidas serán “orales”, considerando que ello dará “una contemporaneidad a las decisiones que hoy no tiene”.
La investigación que hoy lleva entre 3 o 4 años demandará un año, y el juicio se realizará entre 5 y 30 días de terminada la misma. Si el juez y los fiscales no cumplen con los plazos van a tener sanciones. Cristina señaló que uno de los problemas actuales es que cuando los jueces o fiscales no cumplen con los plazos, no pasa nada. Ahora en cambio se aplicarán “sanciones graves para los magistrados”.
La presidenta sostuvo que el único país que sigue con sistema mixto es la Argentina.
Advirtió también sobre “la puerta giratoria” que se denuncia existe en la justicia, respecto al delincuente que entra por una puerta y sale por la otra. Puso como ejemplo el caso del “motochorro” que asaltó a un turista, y dijo que el nuevo Código terminará con la puerta giratoria aplicando prisión preventiva para casos “de conmoción social”.
Asimismo se tendrá en cuenta “la reincidencia del autor”, cosa que consideró “un clamor de la sociedad”.
También quienes cometan delitos graves van a estar presos desde el primer día de la investigación y condenados antes de diez meses, dijo.
Anticipó también la expulsión de extranjeros para aquellos que cometan delitos y sean sorprendidos in fraganti, los cuales “no podrán volver al país, y si lo hacen, serán juzgados por el delito por el que han sido extrañados”, señaló, rechazando que ello contradiga a lo que dice la Constitución nacional.
Propone también el nuevo código una comisión bicameral integrada por todos los partidos, para que con posterioridad a la sanción del Código se dicte una ley de implementación. “Queremos una participación amplia de todos los sectores, para que sea un Código que le sirva a toda la sociedad”, enfatizó.
Cuando el delito es de cierta complejidad, anticipó que los plazos se duplicarán. Todas las causas que están en curso, seguirán rigiéndose por el Código vigente, aclaró la mandataria.
Insistió en que las víctimas tendrán “una participación muy intensa y activa” en las investigaciones.
Por último, pidió a todo el Parlamento colaboración para la sanción del nuevo Código y se quejó porque en oportunidad del tratamiento en el Congreso del proyecto para crear ARSAT, la oposición votó en contra. “Quiero que este Código no sea el de una gestión o un Gobierno”, pidió, reclamando que se le pueda dar a la sociedad “este instrumento” para agilizar el trabajo de la justicia.
