– ¿Cuál es la posición del Frente Renovador sobre el proyecto de ley de Hidrocarburos?

– Nuestro bloque presentó un dictamen de rechazo, atento a que estamos considerando una ley de estas características -que es tan importante para una actividad central de la República-, de manera inoportuna, cuanto menos, porque estamos en un Gobierno que está en el final de su ciclo. Este Gobierno no se atreve a derogar la ley de (Juan Carlos) Onganía, sino que la modifica parcialmente. No le da todos los contenidos a la misma; permite que negocien libremente los actores vinculados a la misma; y además pareciera que es un traje a medida para una empresa en particular. Y cuanto menos adolece del defecto de no generar consenso, y eso es lo que nosotros estamos puntualmente criticando.

– ¿Creen que afecta las autonomías provinciales y la percepción de regalías? ¿Por qué?

– En el tema regalías, la verdad es que tener un techo tan cerrado a un número no habilita a la libre discusión sobre la cual se puede fomentar algún punto más para las economías provinciales, atento al desarrollo empresarial del proyecto que se formalice. Además, se replican las cláusulas ocultas del proyecto del pago a Chevron. Nuestro rechazo también es frente al hecho de que creemos que algunos gobernadores, especialmente los de la región patagónica, han tenido que ceder frente a la renegociación de las deudas provinciales. Esto impide que se logre una legislación lo más ajustada posible a los intereses de las provincias, que son las propietarias del suelo. En el Senado, algunos legisladores provenientes de la región patagónica han votado en contra, precisamente por esta afección a las provincias.

– ¿O sea que para usted, los gobernadores acordaron el proyecto bajo presión?

– Sí. Fue bajo un intento serio de refinanciar las deudas provinciales. Lo que yo creo es que la ley no va a ser para intentar atrapar una cartera de negocios. Va a seguir habiendo inestabilidad jurídica y se van a dar las posibilidades para una sola empresa y no al conjunto, y yo creo que van a esperar a otro momento para invertir, con lo cual se va a seguir desalentando la recuperación hidrocarburífera.

– Usted es gremialista petrolero, ¿cómo afecta el proyecto a los trabajadores del sector?

– No cambia sustantivamente. Nosotros creemos que no va a traer aparejada situaciones nuevas. Las reglas del juego no son alcanzadas por las modificaciones. Sí se plantea una situación con respecto al medioambiente; de hecho el trámite de la ley no dice ni una palabra de la cuestión medioambiental.

– Para el Frente Renovador, ¿qué camino hay que tomar con respecto a la política energética?

– En el futuro, con el lógico espaldarazo que da el hecho de haber ganado una elección y ser las autoridades que manejen la República Argentina, yo creo que eso va a permitir por sí mismo que se establezcan las condiciones como para poder generar consenso con los distintos sectores de la actividad y derogar este tipo de leyes que son absolutamente nefastas, que son de la época de (Adalbert) Krieger Vasena y hablan de un mercado que hoy no existe. Hay que construir una ley que respete el suelo de las provincias, como garantiza la Constitución Nacional, pero que además sea absolutamente posible desarrollar inversiones, atraer una cartera de negocios y que además esto genere empleo y sirva para recuperar el horizonte hidrocarburífero en la Argentina, que en los próximos años tiene que ir a la búsqueda de la estabilidad energética.