Al exponer ante un plenario de comisiones del Senado, el ministro resaltó que el nuevo Código permitirá alcanzar “mayor eficiencia en la lucha contra el delito”, sobre todo el crimen organizado, y defendió el paso de sistema inquisitivo al acusatorio.
El ministro de Justicia, Julio Alak, destacó este martes ante el Senado el proyecto de reforma de Código Procesal Penal tiene un “carácter profundamente transformador” y que “dota al Poder Judicial y al Ministerio Público de mayor eficiencia en la lucha contra el delito”.
Al exponer ante las comisiones de Justicia y Asuntos Penales y de Presupuesto de la Cámara alta, Alak indicó que la iniciativa enviada por el Poder Ejecutivo la semana pasada es “una síntesis de los mejores proyectos que los senadores y diputados han elaborado en los últimos 30 años”.
El funcionario resaltó que hoy existe “unanimidad doctrinaria, legislativa y hasta judicial” con respecto al paso de sistema inquisitivo al acusatorio, que le otorga más poder a los fiscales y es el eje principal del proyecto.
Aún así, aclaró que la reforma procesal penal “no pretende establecer sistemas de mano dura simbólica, sino que pretende acelerar los plazos, sumar oralidad al proceso, garantizar que quien cometa un crimen sea penado y que la victima pueda participar activamente del proceso”.
“Es un instrumento mas de la política criminal del Estado”, resumió Alak, quien remarcó que “este Código va a permitir enfrentar los nuevos desafíos para enfrentar todo tipo de delitos, pero especialmente con el crimen organizado”.
El ministro apuntó que “el sistema acusatorio se ha desarrollado en toda Latinoamérica” con la excepción de Argentina –donde ya lo implementaron 17 provincias- y Uruguay, y consideró el cambio como “una deuda que no es de la democracia, sino de la República”.
Por otra parte, Alak advirtió que las cárceles argentinas tienen un promedio de 60 por ciento de procesados y un apenas un 32 por ciento de condenados.
