Se trata de una investigación sobre el barrio Ramón Castillo, realizada por la organización "Colectiu Punt 6" de Barcelona. El objetivo fue delinear parámetros socioambientales para realizar un diagnóstico participativo. Estuvieron presentes Paula Villalba y Christian Bauab (Pro).
En el salón Eva Perón de la Legislatura porteña presentaron la publicación “Espacios para la vida cotidiana – Auditoria de Calidad Urbana con perspectiva de Género”, una evaluación urbana sobre el barrio Ramón Carrillo de la Ciudad, en la que se valora si las condiciones urbanas responden a las necesidades de las personas, si provocan discriminaciones y en la que se comprueba la aplicación transversal de la perspectiva de género en el urbanismo.
La diputada Paula Villalba (Pro) y la Secretaria de Hábitat e Inclusión del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Marina Klemensiewicz, convocaron a la presentación de esta investigación. Los lineamientos del informe fueron expuestos por Zaida Muxí, integrante de la organización “Colectiu Punt 6” de Barcelona, entidad que realizó la auditoría.
“Es un trabajo de dos años y medio junto a la Secretaría de Hábitat, espacio perfecto por su conformación para realizar la auditoría”, explicó Muxi, quien afirmó también que “se siguieron etapas, empezando por el diagnóstico participativo y continuando por la evaluación del espacio urbano, las recomendaciones y la evaluación de la gestión urbana”.
En el marco de la presentación, dio un ejemplo respecto de uno de los parámetros que se evalúan, como la movilidad según el género y según la actividad que desarrollan las personas. “Los hombres que van a trabajar suelen tener un patrón de movilidad lineal de punto a punto, mientras que las mujeres suelen tener un patrón de movilidad poligonal que incluye trabajo, escuela, comercios de alimentos, farmacia, etc”.
La auditoría describe al barrio Ramón Carrillo como un espacio “de reubicación de familias provenientes de otros barrios informales, con viviendas no regularizadas y pequeños comercios en las plantas bajas de las viviendas”. Además especifica que posee un “tejido social organizado integrado mayormente por mujeres que trabajan colectivamente para la mejora de la calidad de vida”.
“El transporte cubre parte de la red cotidiana y cuenta con varios espacios de relación recientes, existen comedores sociales y el barrio por su ubicación y configuración está aislado rodeado de autopistas y grandes superficies verdes o de uso industrial”, continúa detallando la auditoría. Luego recomienda, entre otras líneas de acción “reconocer la labor de las mujeres y sus luchas por mejorar las condiciones; mejorar la accesibilidad del barrio y ampliar el servicio del hospital que no se puede lograr por falta de personal que no cubren las plazas por la inseguridad de entrar y salir del barrio”.
“La Ciudad de Buenos Aires tiene como prioridad la perspectiva de género”, afirmó Villalba.
A su turno la Secretaria de Hábitat aseguró que “al crear la Secretaría se estableció el propósito de incluir la perspectiva de género en términos de urbanismo por lo que se buscó la experiencia de la organización Col-lectiu 6”.
Klemensiewicz subrayó el trabajo que viene desarrollando su área para “la transformación urbana en los barrios teniendo en cuenta las realiadades de las mujeres”, y agregó que “ellas cuando se refieren a sus necesidades son la de toda la comunidad porque expresan las de sus hijos, nietos, esposos, vecinos” y finalizó la funcionaria dici endo que “aunque algunos indicadores no dan bien en esta auditoría, es el camino de la evaluación, necesario para desarrollar las políticas públicas”.
También se conformó la organización “Col-lectiu 6”, que es una agrupación de profesionales de diferentes áreas, arquitectura, urbanismo y sociología, que busca repensar las ciudades, los barrios y las arquitecturas para favorecer una vida sin discriminaciones de ningún tipo
El colectivo punto 6 es una agrupación que trabaja desde la perspectiva de género, fundamentalmente desde la experiencia cotidiana de las mujeres. Esta visión, inclusiva con el resto de la sociedad, considera la participación como instrumento indispensable en los proyectos y la sostenibilidad como criterio básico de desarrollo.
