Luego de que el radicalismo decidiera en San Fernando rechazar una apertura del Frente Amplio Unen y privilegiar las candidaturas de ese espacio, una de las hasta ahora precandidatas presidenciales del mismo, Elisa Carrió, anunció su decisión de dar un paso al costado.

Al presentar su postura, la diputada de la CC-ARI aclaró que no está “enojada”, pero criticó sobre todo a los dirigentes radicales que dijeron no a su propuesta de incluir al Pro dentro del frente, advirtiendo que se está dejando abierta la posibilidad a que continúe el oficialismo en el poder, alertando que Daniel Scioli cuenta con un 30% del núcleo duro kirchnerista y hasta podría ganar en primera vuelta.

Así las cosas, dijo que decidió dar un paso al costado y mantenerse en el Congreso de la Nación, donde todavía tiene tres años de mandato. “No voy a ser funcional a la fragmentación de la oposición”, aseguró.

En declaraciones a radio Mitre, Carrió sostuvo que su deseo era incluir al Pro dentro de la alianza Unen, “porque no hay otra alternativa, esto significaba un 50% del electorado del país, esto hacía crecer a Unen con una fórmula, hacía crecer también a Macri, y esto se disputaba” en las PASO. Pero sostuvo que “en estas condiciones, yo perdí interés”, y aclaró que “yo no estoy enojada, a mí me parece que les gusta hacerme aparecer enojada a los periodistas… yo no me enojo. Directamente no me interesa, lo cual me parece que es un poco más grave, porque de un enojo uno vuelve, de una falta de interés no”.

“Yo quiero contribuir a la República, desde cualquier lado: desde el llano, desde la candidatura, y quiero construir una República, por eso he luchado 20 años –remarcó-. Ahora, para lo demás no cuenten, no tiene sentido. Voy a ser servil a la fragmentación y al kirchnerismo el año que viene”.

De cara al futuro, Carrió dijo que verá el año que viene qué hacer, qué decide el partido y qué hace ella. “Si hay un frente que realmente sea capaz de disputarle el poder mano a mano al oficialismo, yo voy a estar, pero no cuenten conmigo para estas experiencias menores de gente menor”.

Cuestionó la decisión radical anunciada en San Fernando de discutir el proyecto de Unen, señalando que ella ya lo tiene preparado desde hace tiempo, “así que ir a discutir propuestas me parece carente de sentido, se acordaron tarde”.

En relación al radicalismo, se quejó de que “cuando no hay conducción es muy difícil todo. Yo por un lado quiero liberarlos a ellos, porque a lo mejor yo miro un año y ellos miran hoy y para mí también es en el fondo de mi alma un dolor, porque yo amo el radicalismo”. Recordó su admiración por Arturo Illia y Raúl Alfonsín, y advirtió que “aprendí de los dos a pelear la República, no a pelear consorcios provinciales. Si ellos revierten su posición, yo lo repensaré, si no revierten su posición y quedan en el esquema chiquitito funcional a Scioli, donde muchos radicales de la provincia de Buenos Aires tienen acuerdos espurios con Scioli, conmigo no cuenten”.

“No estoy enojada, porque yo me liberé de una mochila, porque es imposible trabajar con mediocres”, disparó.

Reiteró sus críticas hacia una alianza con el massismo, insistiendo con sus advertencias sobre la influencia del narcotráfico. “La República no puede estar penetrada por el narco”, alertó, y advirtió que “no es casual que muchos dirigentes del Norte acuerden con Massa, porque el Norte está dominado” por el narcotráfico.

Cuestionó al radicalismo por “ser funcional al PJ siempre, y yo lamentablemente soy radical en serio, creo en una fuerza no peronista, no me importa perder en unas PASO, quiero que gane la República”. Insistió en que “yo me libero de una mochila y ellos se liberan de mí”.

Disparó luego que “yo soy una dirigente dura, que juega poder, que no hociqué ante el kirchnerismo jamás, y no es conveniente para ellos, que hacen acuerdos por abajo y después parecen opositores por arriba”. Por último, lamentó que el Partido Radical haya dejado de ser “un partido nacional”.