El oficialismo obstruyó el avance de una veintena de pedidos de licencia al vicepresidente y un proyecto para suspenderlo en funciones. Argumentó que Boudou “no forma parte del Senado” para aplicarle esas sanciones. Cruces por el juez Bonadío.
En una discusión política que mutó en un debate doctrinario sobre el lugar que ocupa el vicepresidente, el Frente para la Victoria en el Senado obstruyó el avance de una veintena de pedidos de licencia a Amado Boudou y un proyecto para suspenderlo en funciones a raíz de las once causas judiciales que lo involucran.
En una reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales presidida por Marcelo Fuentes (FpV) en el Salón Illia, el oficialismo acusó a la oposición de ser un “tribunal de enjuiciamiento” y aprovechó también para embestir contra el juez Claudio Bonadío, quien ordenó el allanamiento a la sociedad Hotesur.
La arremetida de la oposición arrancó con el jefe del bloque radical, Gerardo Morales, quien enumeró una a una las once causas que involucran a Boudou, donde entre otras cosas se lo acusa de enriquecimiento ilícito, negociaciones incompatibles con la función pública y falsificación de documentos.
Otro radical, el formoseño Luis Naidenoff, ahondó en la causa de la reestructuración de la deuda pública de Formosa y las supuestas negociaciones entre Boudou y el gobernador Gildo Insfrán. “¿Qué captan ustedes desde el oficialismo en relación a Boudou, si es que hay que captar las demandas de la sociedad?”, apretó.
“Boudou forma parte del Senado, y como miembro nosotros tenemos la facultad disciplinaria para sancionar a sus miembros”, enfatizó el formoseño, marcando la postura a la que también se sumó la peronista opositora Liliana Negre de Alonso.
El jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto, marcó esto como “un error” y “un verdadero absurdo constitucional”. “(El vicepresidente) no es senador, sino que es parte del Poder Ejecutivo y está a cargo del Senado”, aclaró el rionegrino, y agregó que éste “no realiza actividades de carácter legislativo y no vota, salvo en caso de desempate”.
La defensa política de Boudou quedó a cargo del santacruceño Pablo González: “Estamos presenciando un tribunal de enjuiciamiento. Se juzga y se condena”, disparó el senador.
Y acusó a la oposición de “reivindicar” a Bonadío, “tan rápido para procesar” (en alusión a la causa donde Boudou habría falsificado papeles de un auto) y “tan lento en casos como Tandanor, hemofílicos y tragedia de Once”.
Fuentes, impulsor de una denuncia penal contra el magistrado por su participación accionaria en una sociedad, redobló la apuesta y se preguntó de forma irónica “si en el juez Bonadío pesa más la Justicia o Mercurio, el dios del comercio”.
En tanto, González añadió: “En esta carrera por las praderas hacia los títulos de los diarios, vemos cómo se intentar forzar la letra escrita de la Constitución”.
En este sentido, dijo no haber visto la misma actitud de la oposición con el “multiprocesado” diputado radical Oscar Aguad por supuesta malversación de fondos, y con el macrista Federico Sturzenegger, en la causa por el “megacanje” de 2001. “Ellos tenían la presunción de inocencia y no se los juzgó”, recordó.
Sobre ese punto, Ernesto Sanz (UCR) volvió a reclamar una comisión investigadora para que Boudou “ejerza allí su derecho de defensa, y no en una conferencia de prensa”, tal como lo hizo cuando cargó contra el estudio del entonces procurador general Esteban Righi.
Por último, el oficialista Rodolfo Urtubey denunció que la oposición pide suspender al vicepresidente “para lograr lo que no se logró (en Diputados) con el juicio político”, al que consideró “un golpe de Estado dentro de la legalidad” ya que “el funcionario es puesto por la gente, no por quien lo está separando”.
