En un estadio colmado de miles de militantes que arribaron de todo el país y delegaciones de más de ochenta gremios, el PTS realizó un acto en Argentinos Juniors que tuvo como cierre un encendido discurso del diputado nacional y precandidato presidencial del Frente de Izquierda Nicolás del Caño. El dirigente planteó la necesidad de fortalecer este espacio de la izquierda “contra las patronales, su casta política y la burocracia sindical”, ante lo que consideró “un consenso de derecha” entre los principales candidatos a la presidencia, como Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri.

En el acto también hicieron uso de la palabra el diputado y precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires Christian Castillo, la precandidata a jefa de Gobierno porteño, Myriam Bregman, y fueron muy destacados los discursos de los trabajadores de la autopartista Lear y de la gráfica Donnelley que ha sido puesta a producir por sus trabajadores ante el cierre de la empresa.

Del Caño aseguró que “el FIT no se va a romper. Porque nuestro Frente de Izquierda es la única coalición política nacional que plantea la independencia política de los trabajadores contra los partidos de los capitalistas y tiene un programa que defendemos”.

Sobre su postulación como precandidato presidencial por el Frente de Izquierda, el diputado aseguró que “con mi candidatura queremos expresar lo que ya vimos el año pasado en Mendoza. Decenas de miles de jóvenes que trabajan en forma precaria y mujeres que luchan por sus derechos se vieron interpelados en nuestra campaña y por eso nos dieron su enorme apoyo. Mi candidatura simboliza la fusión de la izquierda con las nuevas generaciones de trabajadoras y trabajadores. Sin eso, la izquierda no tiene futuro”.

En cuanto a las diferencias que existen entre los partidos integrantes del FIT el joven diputado mendocino planteó que “la diversidad de posiciones y la lucha de ideas es una fortaleza de nuestro Frente . Ya vimos lo que fue el estalinismo cuando imponía el criterio de partido único, del monolitismo. Si defendemos la libertad de tendencias en los sindicatos, ¿cómo no vamos a defender la libertad de opiniones y propuestas en el FIT?”.