– ¿Por qué cree que el proyecto alternativo de Código Procesal Penal del Pro era superador?

– Porque tiene previsiones que la ley que salió no tiene. Por ejemplo, nuestro proyecto contemplaba el juicio en ausencia y la figura del ‘colaborador eficaz’ que el proyecto oficial no contiene. Nuestro proyecto hacía desaparecer la figura del juez de ejecución y le confería sus competencias y facultades al mismo juez de la causa. Nuestro proyecto era un poco más preciso en relación a la excarcelación y la prisión preventiva. A su vez, nuestro proyecto tenía algunas previsiones más detalladas y abundantes para hacer más fácil la investigación de los delitos complejos, que son los que esencialmente tramita la Justicia Penal Federal: los delitos vinculados a corrupción, estafas, defraudaciones, a diferencia de los delitos simples, que son el robo, el hurto, las lesiones.

– El Senado le introdujo más de 40 modificaciones al texto original del Poder Ejecutivo, ¿no quedaron conformes con esos cambios?

– Algunos de esos cambios fueron positivos, pero no nos satisficieron del todo, por eso nosotros hubiéramos querido discutir el proyecto de manera completa y con posibilidades de hacer cambios. Pero nos encontramos con una negativa muy cerrada por parte del oficialismo, que convocó a un plenario de comisiones simplemente para que tengamos la oportunidad de decir algo, pero sabiendo de antemano que no iban a aceptar ninguna modificación. De manera tal que fue un simulacro de debate. Esa actitud nos puso ante la alternativa de aceptar a libro cerrado lo que el oficialismo proponía u optar por nuestro propio proyecto.

– Ustedes proponían la creación de una Junta de Fiscales, ¿cómo funcionaría?

– La Junta de Fiscales funcionaría como un órgano de consulta integrado por los más altos funcionarios de la Procuración General de la Nación, que deberían asistir al procurador general a la hora de tomar determinadas decisiones o a la hora de adoptar determinadas reglamentaciones, de manera tal que esto no sea una decisión unipersonal del titular de la Procuración General, sino que surja de un análisis y un estudio más ponderado, y en el que además intervengan los pares de los posibles sancionados. Esto es particularmente importante en materia disciplinaria, ya que el titular de la Procuración tiene hoy facultades excesivas.