Indignada por la actitud del represor Ernesto Barreiro, la diputada nacional Graciela Villata (Frente Cívico Córdoba) presentó un proyecto para que la Cámara de Diputados exprese formalmente su repudio por su negación a reconocer a “La Perla” como centro clandestino de detención cordobés durante la dictadura.

Mientras afronta un megajuicio por delitos de lesa humanidad, el exmayor del Ejército entregó un listado con posibles lugares de enterramientos cerca de “La Perla”. En consecuencia, el Tribunal Oral Federal Nº 1 lo llevó a él y a otros sospechosos a una inspección ocular, que no arrojó novedades.

Ahora, con la repercusión internacional de sus declaraciones, Barreiro y otros represores se aprestan a realizar una denuncia contra la fiscal federal Nº3, Graciela López de Filoñuk, quien investigó todas las causas de lesa humanidad, criticando la instrucción realizada sobre el caso.

Barreiro, sindicado como el “jefe” de dicho centro clandestino, rompió el silencio mediático y realizó polémicas declaraciones. “Nunca negué mi rol”, dijo; pero aclaró que “no participé, ni asesiné, ni enterré a nadie”. Agregó que “yo sólo soy una pieza; el pacto de silencio lo tienen los generales”.

Además, Barreiro aseguró que en “La Perla” “no murió nadie”. Sin embargo, Villata afirmó que “los testimonios son clarísimos sobre las horribles muertes que sufrieron los prisioneros de ese campo de concentración”.

En los predios La Perla el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) encontró restos óseos humanos el 21 de octubre pasado. Y siguen encontrando restos; una de las integrantes del mencionado equipo expresó: “es zarandear tierra de los hornos (de cal de la estancia La Ochoa, donde descansaba Menéndez los fines de semana) y encontrar huesos”.

“Los detalles de crímenes y vejámenes que cometieron -y de los que no se arrepienten– laceran lo esencial de la especie humana; y en los dos años que lleva este juicio se han escuchado ya 430 testimonios en 197 audiencias”, advirtió Villata.