“Es una gran alegría ver lo que parece ser el principio del fin del bloque de Estados Unidos a Cuba, aunque sea una obviedad que el camino será largo y cargado de obstáculos no puedo dejar de alegrarme por el anuncio del intercambio de ciudadanos entre ambos países y máxime aún si quien lo hizo posible fue nada más y nada menos que el papa argentino Francisco”, dijo la diputada Alicia Comelli al presentar un proyecto para que la Cámara declare su beneplácito por la reanudación de relaciones diplomáticas entre ambos países.

En su declaración, Comelli señaló que “asistimos a un hecho histórico del que aún no podemos sino avizorar en el horizonte todas las consecuencias que traerá a nivel mundial: dos pueblos hermanos comienzan a transitar nuevamente una senda de la que nunca deberían haberse apartado”. La diputada del MPN recordó que “desde que se estableció la Revolución Cubana, en 1959, no trascendía una comunicación directa entre los más altos mandatarios de ambos países, lo que ya constituye un acto esperanzador”.

“A poco de cumplirse 25 años de la caída del Muro de Berlín, Cuba sigue siendo esencialmente la misma. Hoy la isla no está gobernada por Fidel Castro sino por su hermano Raúl, pero puede decirse que el sostenimiento del embargo norteamericano no ha conseguido lo que buscaba”, opinó Comelli. Y destacó que “si algo ha cambiado en el país —mayores márgenes para la iniciativa privada, apertura a la inversión extranjera, eliminación de las restricciones para salir del país, incluso para los disidentes— ha sido por decisión y conveniencia del propio Gobierno, no resultado de la política de presión estadounidense”.

La diputada concluyó señalando que “a pesar de la incesante presión que ejercen los sectores anticastristas en los Estados Unidos, la necesidad de analizar la conveniencia de las medidas de aislamiento ha sido alentada por actores cada vez más visibles. Y estamos frente al primer paso que fue posible gracias a la intervención del papa Francisco y, es por todo lo dicho que considero que la Cámara debe expresar su beneplácito y no quedar ajena a tan trascendentes circunstancias”.