Menem y Pereyra le garantizaron quórum al oficialismo
El expresidente y el dirigente opositor ayudaron al Frente para la Victoria a iniciar la sesión para tratar la ley sobre el Parlasur. El saludo con Estela de Carlotto.

Los senadores del Frente para la Victoria contaron con la ayuda clave del expresidente Carlos Menem (Federalismo y Liberación) y del dirigente opositor Guillermo Pereyra (Movimiento Popular Neuquino) para iniciar la última sesión del año, en la que se aprobó el régimen para la elección directa de los parlamentarios del Mercosur.
El oficialismo logró quórum pasadas las 14.30 con 38 legisladores, apenas uno más de lo necesario.
Los apoyos de Menem y Pereyra fueron claves porque el bloque oficialista sufrió la baja de dos integrantes: Marcelo Guinle, de licencia mientras se recupera de una operación, y Aníbal Fernández, que renunció hace dos semanas para ir a la secretaría general de la Presidencia. Su reemplazo, Juan Manuel Abal Medina, asumió una vez iniciada la sesión.
En estas condiciones, de no haber contado con la ayuda del riojano y del neuquino, el oficialismo no hubiera tenido quórum y la sanción del proyecto se hubiera postergado.
También aportaron al quórum los aliados tradicionales del oficialismo: los santiagueños Gerardo Zamora, Aida Iturrez de Capelini (Fte. Cívico por Santiago), Gerardo Montenegro (Frente
Popular); María Higonet (PJ La Pampa); Lucila Crexell (Movimiento Popular Neuquino) y el correntino José María Roldan (Frente de Todos).
El momento incómodo de Menem
La presencia de Menem en el recinto incomodó a más de un oficialista, aunque al principio recibió cálidos saludos.
El senador formoseño José Mayans fue uno de los primeros en saludarlo. Luego hizo lo propio la bonaerense María Laura Leguizamón, quien acto seguido se fue a sacar una foto con la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. “Me alegro de verlo”, le dijo la senadora. El abrazo siguiente fue del jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto.
Carlotto estaba apenas a un metro detrás del senador. El saludo, aunque parecía que no se iba a concretar, fue por iniciativa del riojano, que como presidente indultó a los militares por violaciones a los derechos humanos.
Otras que estuvieron cerca del expresidente fueron la ministra de Cultura, Teresa Parodi, y la diputada Diana Conti, que evitaron cruzar miradas, al igual que la mayoría del Frente para la Victoria.