Contra el deseo de la oposición y como consecuencia de la lesión que sufrió la presidenta Cristina Kirchner en Navidad, que la dejó con una bota de yeso en uno de sus tobillos, el vicepresidente Amado Boudou representó al Gobierno argentino en la ceremonia en la que Dilma Rousseff fue investida para su segundo mandato.

El acto tuvo lugar este 1° de enero en la Cámara de Diputados, en Brasilia. Al jurar, la mandataria brasileña dijo: “Prometo mantener, defender y cumplir la Constitución; observar las leyes; promover el bien general del pueblo brasileño, sustentar la unidad, la integridad y la independencia de Brasil, así lo prometo”.

A la ceremonia asistieron los presidentes de Bolivia, Chile, Costa Rica, Paraguay, Uruguay y Venezuela, así como los vicepresidentes de China, Estados Unidos y Argentina, y delegaciones de otros 70 países.

La única presidenta ausente entre los países del Mercosur fue la argentina Cristina Fernández, quien sufrió una fractura en un tobillo, precisamente por lo cual concurrió el titular del Senado, Amado Boudou.