“Esta medida beneficiará a dos empresas que se hicieron de este negocio en los tiempos de Grosso, y que trabajan hoy con su licitación vencida”, aseguró el diputado porteño Marcelo Ramal. Y agregó: “no existe en la Ciudad concesión más parasitaria que la de la grúa: paga un canon fijo, pero sus ingresos crecen al compás de un acarreo de vehículos cada vez más despótico y arbitrario”.

Ramal insistió en que la medida sólo favorecerá a las empresas de grúas, y sostuvo que el tránsito en la Ciudad de Buenos Aires no se reducirá por la “penalización” del uso de vehículo particular ya que “el transporte público se encuentra colapsado y en estado ruinoso. Así lo han documentado en reiteradas oportunidades los trabajadores del subte”.

El legislador también apuntó sobre la posibilidad del aumento de los parquímetros y señaló que todo “está acompañado de un plan oficial para privatizar el estacionamiento en más de la mitad de las calles de la Ciudad”.

“Con esta exacción a los vecinos, que se suma a los aumentos de ABL y Patentes, el macrismo quiere bancar un presupuesto cargado de obras sobrefacturadas y deudas en dólares. Los beneficiarios del aumentazo no serán los maestros o enfermeros porteños, sino los acreedores financieros de la Ciudad y sus contratistas privados”, manifestó Ramal.

Al igual que otros diputados porteños que se han levantado en contra del aumento, Ramal reclamó la anulación del “tarifazo” y la apertura de los contratos y concesiones con privados a la consideración popular. Además concluyó que una convocatoria a licitación “pondrá de manifiesto los múltiples vínculos del gobierno Pro con la patria contratista”.