Lo aseguró el diputado Juan Carlos Juárez, del GEN en el Frente Amplio Progresista, acerca del rol que cumplen los referentes de ese espacio de cara a las elecciones de octubre próximo.
El Secretario Nacional del GEN diferenció las aspiraciones de los dirigentes que integran el FAP de los que pertenecen a otros espacios porque consideró que, en muchos casos, “los miembros de las otras fuerzas están más preocupados por sus propias carreras políticas que por elaborar políticas en pos del bien común”.
El diputado bonaerense dijo que el pasado lunes, durante el lanzamiento de la candidatura presidencial de Hermes Binner, quedó claro en las palabras de la líder del GEN, Margarita Stolbizer, que “se está avanzando firmemente en una propuesta sólida y seria con el objetivo de resolverle los problemas a la gente y no para solucionarle los problemas personales a los dirigentes”.
El legislador aseveró que “a medida que se vaya transmitiendo esa propuesta progresista, el FAP se irá consolidando cada vez más tal como ocurrió en 2011”.
El referente del FAP también le restó valor a las encuestas que muestran el posible posicionamiento de los candidatos de cara a las elecciones de este año porque consideró que esos estudios “muchas veces responden más a los intereses y necesidades de los candidatos que pagan por esas mediciones que lo que verdaderamente están pensando los ciudadanos a lo largo y a lo ancho del país”.
En ese sentido, también afirmó que los argentinos “están preocupados por los problemas del día a día y esas encuestas no pueden de ningún modo marcar cuál será el escenario político electoral de aquí a octubre próximo”.
Además, el diputado ejemplificó su postura con lo que ocurrió con las mediciones preelectorales que se difundían en Brasil y que señalaban como ganadora a Marina Silva, siendo que finalmente la Presidenta Dilma Rousseff y el conservador Aécio Neves, que aparecía muy lejos en esas mediciones, fueron quienes dirimieron la elección en el ballotage.
En ese caso, finalmente, Juárez dijo que “estaba claro que la candidatura de Silva estaba sobredimensionada por el aparato de establishment político, económico y periodístico del país, y concluyó diciendo que “en Argentina también ocurre algo similar”.
