Luego del fuerte golpe que le representó la muerte del fiscal Alberto Nisman, el gobierno volvió a dar señales ayer de retomar la iniciativa. Había arrancado el lunes con la reaparición pública de la Presidenta y la presentación de un proyecto para disolver la Secretaría de Inteligencia, reemplazándola por una Agencia Federal de Inteligencia, tema que en los días siguientes mantuvo a la oposición metida de lleno en el tema, a pura crítica.

Y este miércoles dio otra señal la Presidenta al designar el reemplazante elegido para el lugar vacante que dejó en la Corte Suprema de Justicia Raúl Eugenio Zaffaroni. Podrá decirse sin faltar a la verdad que con ello el gobierno busca llevar la atención a otros ámbitos, tratando denodadamente de sacarla del tema Nisman. Pero habrá que aclarar también que estaba obligado a enviar esta semana un pliego al Senado, para cumplir con los plazos legales fijados en el decreto 222 que firmó Néstor Kirchner en 2003 para autolimitarse en el nombramiento de los ministros del máximo tribunal. Allí se establece que en 30 días, como máximo, debe estar la nueva propuesta una vez que se produce una vacante.

Como Zaffaroni efectivizó su renuncia el pasado 31 de diciembre, la Presidenta debía elegir un nombre antes del viernes.

El tema es que la oposición adelantó con suficiente antelación que no aprobará ningún nombre que proponga el gobierno en el Senado. Recordemos que fue un anticipo del radicalismo que luego se confirmó en el marco de un documento suscripto por el resto de la oposición, que les valió ser denunciados por “sedición” por el abogado cercano al gobierno Eduardo Barcesat. Causa que fue desestimada por la justicia.

Quedó claro entonces que no le darían conformidad a ningún nombre que elevara Cristina, cualquiera fueran sus antecedentes. Y la elección presidencial no dejó lugar para una reconsideración de ese anuncio.

Así lo dejó claro el jefe de la bancada radical del Senado, Gerardo Morales, que rechazó a Roberto Carlés a través del siguiente tuit: “Sin experiencia y con militancia activa en La Cámpora, @CFKArgentina ofende y agravia con la propuesta de Carlés @robertinocarles p/la CSJ”.

Así las cosas, por lo visto no hay chances de que el nombre propuesto pase el filtro del Senado, donde necesita contar con los dos tercios del cuerpo. Esto es, 48 senadores sobre los 72 totales. Hoy el FpV tiene 39 miembros; podría sumar eventualmente cuatro aliados ocasionales, y aun así le estarían faltando cinco, con lo que Carlés está más cerca de ser un nuevo Reposo, que de la Corte Suprema.