Por Sergio Saban. El autor aboga por un país que deje de pasearse por el pasado y que enfrente el presente, caiga quien caiga.
Veo a Argentina como si estuviera viajando por el túnel del tiempo. Permanentemente, los hechos del presente nos mandan al pasado y por ejemplo volvemos a hablar de Stiusso.
Veo que mientras el mundo gira y gira, Argentina asesina la poca luz que pudo arrimar a la verdad y a encontrar y hacer justicia.
Veo que la dirigencia política gasta enormes cantidades de energía y millones de palabras en vano por querer destruir, embarrar o manchar al otro en vez de convocarlos y encontrar consenso.
Veo que quienes deben ser prudentes por estar gobernando, con o sin razón, provocan a toda la población y al mundo periodístico rompiendo en TV la página de un diario y la palabra escrita, sean mentiras o verdades pero mostrando intolerancia y trasmitiendo un gesto violento y poco feliz.
Y quien lo protagonizó sigue en el cargo.
Ya no se respeta nada y a nadie.
Veo una mujer que dijo que su límite era un nombre y apellido, y después de destruir lo que construyó se junta y se alía justo con quien dijo y afirmó que jamás se juntaría.
¿Cómo creerle? ¿Cómo confiar en sus dichos o propuestas? No lo sé.
Veo una presidenta que se esfuerza por cumplir su mandato, que sigue su agenda y tiene que evitar piedras en el camino tanto nacionales como las internacionales que sin duda le colocan a propósito para torcerle la toma de decisiones.
Veo candidatos a presidentes, por aquí y por allá que no representan la voluntad de nadie, no veo un Lula o un Alfonsín con carisma en ninguno de los que podrían gobernar la Argentina.
Estamos huérfanos de lideres y de liderazgo, no veo aquí a nadie que sea igual o tan capaz como lo fue el General Perón y se que tampoco lo veré porque el sistema político no le permitirá surgir o hacerse siquiera notar.
Veo un país que tiene abundancia en todo, y se lo están repartiendo entre pocos.
Un país con sindicalistas ricos y aun con obreros pobres y no quieren que esto cambie, quieren que siga así.
Veo una Argentina viajando por el túnel del tiempo, que se detiene un día en un año y un tema y otro día en otro año y otro tema y siempre esta remontándose al pasado.
Yo quiero una Argentina que deje de viajar por el túnel del tiempo, que este aquí y ahora, trabajando por el presente de los argentinos y tal vez me abuse y le pida que trabaje para los próximos 10 años.
Que deje de pasearse por el pasado y que enfrente el presente caiga quien caiga, si tiene que salir pus que la deje salir, la verdad debe conocerse y la justicia debe llegar, porque un país sin verdad y sin justicia se las pasará viajando por el túnel del tiempo buscando ambas cosas y no tendrá tiempo de vivir el presente y de reinventarse a si mismo y a los argentinos.
SERGIO SABAN
