Uno de los precandidatos a gobernador en la interna del massismo en Santa Fe, Oscar “Cachi” Martínez, dialogó con Parlamentario sobre el desafío electoral en tierra socialista, sus propuestas de campaña y su pasado kirchnerista.
Por Carolina Ramos
Santa Fe aparece en el mapa electoral del Frente Renovador como una de las provincias más complicadas frente al consolidado socialismo y el buen posicionamiento del Pro. En ese contexto, el precandidato a gobernador Oscar “Cachi” Martínez se ubica entre el “falso progresismo” y los que “se presentan como lo nuevo”.
El diputado nacional lanzó formalmente su campaña con un acto en el Estadio de la Universidad Tecnológica Nacional de cara a las PASO del próximo 19 de abril, donde competirá con el ruralista Eduardo Buzzi y el ex intendente Raúl Ponzio.
En diálogo con Semanario Parlamentario, Martínez dijo ser “parte de esa generación que es una amalgama perfecta entre experiencia y juventud”. Sin correrse de las frases de campaña de Sergio Massa, sostiene que su fuerza política “tiene mucho para aportar en los temas que le preocupan a los vecinos” y sobre todo “firmeza en la mano dura contra el delito”.
Por otra parte, confiesa que “no le molesta” que le recuerden su pasado en el kirchnerismo –ingresó al Congreso en 2011 de la mano de la lista encabezada por Omar Perotti- y expresa: “Me duele en el alma ver a dirigentes prestigiosos con posiciones hoy extremas”.
– Finalmente irá a internas con Eduardo Buzzi en Santa Fe…
– El 13 de febrero cierran las listas en nuestra provincia y el Frente Renovador ya planteó su estrategia. Vamos a ir a una interna con Eduardo Buzzi y Raúl Ponzio, exintendente de Las Rosas, con la idea de sumar para el futuro. Sergio Massa es una figura que concita la atención de los argentinos en mayor volumen que los dirigentes que lo acompañamos en todo el país. La idea es lograr una construcción plural. Yo soy parte de esa generación que es una amalgama perfecta entre experiencia y juventud, y que también tiene antecedentes en trayectoria y resultados probados. Junto a él y a Graciela Ocaña, yo participé de esa gestión que Massa llevó adelante desde la ANSES y el PAMI, en uno de los procesos de jerarquización y reconocimiento de los derechos de nuestros abuelos que fue histórico en Argentina. Yo fui gerente del PAMI con Graciela Ocaña en su gestión y él era el titular de la ANSES, y ahí construimos la relación. Va a ser un momento importante para también definir la Provincia y la Argentina que viene, que yo estoy seguro que va a ser mejor. El Frente Renovador tiene mucho para aportar en los temas que le preocupan a los vecinos: la seguridad, terminar con la impunidad y la droga, que es uno de los flagelos que afecta a nuestra Provincia. También tiene que ver con el empleo y la necesidad de recuperar la actividad económica en rubros que son muy significativos para la Provincia, como la actividad agropecuaria y la actividad industrial vinculada a las pymes y la metalmecánica. Estamos convencidos de que el Frente Renovador es la mejor opción para gestionar la Provincia.
– El FR es una fuerza “nueva” en Santa Fe, ¿cómo harán para hacerle frente al socialismo, que está más consolidado, y al Pro, que está bien posicionado?
– Lo hará como el espacio que tiene que construir entre los extremos. Por un lado, el falso progresismo que ha fracasado, que pretende aumentar la presión tributaria sobre el campo y sobre el salario, y permitir que aumente la inseguridad, el delito, que retroceda la actividad económica y el empleo. Por otro lado, los que se quieren expresar como “lo nuevo”, pero en realidad todos sabemos que no lo son. Así que tiene que ser una construcción plural, poniendo mucho énfasis en la agenda de la gente. En ese aspecto nosotros sentimos que tenemos antecedentes y trayectoria. Vamos a plantearle a los santafesinos una propuesta seria e integral en materia de seguridad, que no la vemos en otras fuerzas políticas, planteando una sociedad donde haya premios y castigos, con modificaciones a la ley para que se termine la puerta giratoria, que haya un rápido proceso para los delitos de flagrancia y una mirada muy contemplativa de parte del Estado hacia las víctimas. Queremos un Estado que se preocupe por los derechos humanos pero de todos, y especialmente de la gente honesta, porque hoy los delincuentes son los que andan sueltos y los que andan enrejados son los ciudadanos honestos…
– Al massismo se lo ha emparentado en este sentido con la famosa “mano dura”, ¿qué piensa?
– Nosotros tenemos firmeza en tener mano dura contra el delito, contra la impunidad y contra la droga, pero en realidad lo queremos hacer desde la defensa del Estado de Derecho. Pero si no ser mano dura implica, por ejemplo, garantizar la impunidad o creer que el Poder Judicial tiene que estar invadido por la fuerza política, seremos mano dura. Nosotros creemos en la independencia del Poder Judicial, creemos en que se termine la impunidad, creemos que de una vez por todas, la sociedad santafesina se merece no tener que parecer el parentesco entre las autoridades y la droga. Eso exige desde el Estado un mensaje muy claro. Pero nuestra visión no sólo se circunscribe a ser duros contra el delito y la violencia, sino también una visión preventiva. Massa logró lo que logró en la provincia de Buenos Aires, porque implementó una Policía Municipal e invirtió recursos, infraestructura y tecnología para evitar que el delito se perpetre. Yo aspiro a que la provincia de Santa Fe se apropie de esa experiencia; que el Gobierno de la Provincia dicte rápidamente una ley de autonomía municipal y permita que los municipios de más de 30 mil habitantes tengan una Policía Municipal.
– ¿Qué haría el Frente Renovador para atacar el tema del narcotráfico en Santa Fe?
– Seríamos duros con el narcotráfico. La reforma del Código Penal que intentó implementar el Gobierno nacional bajaba las penas del narcotráfico. Nosotros hemos pedido que el Gobierno nacional no abandone la custodia de la frontera; hemos planteado la necesidad de que haya una Ley de Derribo; hemos planteado la necesidad de que el gobierno provincial tenga una política de prevención y nos hemos opuesto a la despenalización de la tenencia para el consumo. La verdad que nos duele en el alma que los santafesinos hoy estén inundados, pero ya no por el río sino por el flagelo de la droga que invade no sólo los cuerpos de los chicos sino también su futuro. En ese aspecto, creemos que hay que trabajar de manera coordinada con la Nación y que el gobernador tiene que ser el jefe de Policía y a la vez el ministro de Educación para que haya una lucha frontal contra el narcotráfico. Queremos que haya una decidida política de investigación para que podamos detectar las rutas del dinero. Yo como legislador no voté la ley de blanqueo de capitales porque tengo clara conciencia de que una ley de blanqueo de capitales es un subsidio al narcotráfico. A la vez, creo que hay que poner mucha atención en la prevención. Nosotros no tenemos en Santa Fe una red de establecimientos que saquen a los chicos de las adicciones o eviten que los consumidores terminen siendo adictos; ni tenemos en las currículas de las escuelas primarias y secundarias contenidos para que le enseñen s nuestros jóvenes que la droga es un peligro. Sobre esos aspectos hay que trabajar, y mucho.
– Cada tanto sus ex colegas de bloque le suelen recordar su pasado en el kirchnerismo, ¿le molesta?
– No me molesta. Yo el día que juré –e invito a cualquier periodista que quiera verlo- lo hice por el pueblo de la provincia de Santa Fe, y fui parte de una lista de una construcción plural, yo venía de haber sido parte de ese espacio provincial. Yo estaba muy convencido de la necesidad de construir una ancha avenida al medio y dejar los extremos. La verdad que a mí me duele en el alma ver a dirigentes prestigiosos con posiciones hoy extremas. Te confieso que lamento ver la actitud de algunos legisladores, dirigentes políticos, por ejemplo después de este trágico episodio de (Alberto) Nisman, un día avalando la teoría del suicidio y a los tres días la teoría del homicidio. Eso me ratifica que tomé la decisión acertada. Yo estoy convencido de que todos los que pertenecemos al espacio de Sergio Massa tenemos un desafío, que es construir un puente para que aquellos que nos quieren poner en una vereda u otra puedan de nuevo retomar el camino de la ancha avenida del medio, que es la de un proyecto nacional que dé respuestas a los problemas de la gente. Yo me siento parte de esta generación que, como dice Massa, es la generación de la democracia. Yo ingresé a la vida política en este tiempo de democracia, y la verdad que –respetando la historia de los demás- no vengo de esa idea que alguna vez reinó en la Argentina y que no tiene que ser parte del futuro, de que “el que no piensa como yo es mi enemigo”. Sería un grueso error que los jóvenes que se han entusiasmado en este proceso histórico abracen valores y formas que no son de este tiempo. Nosotros tenemos que tener nuestros sueños. Tenemos nuestros miedos, pero tenemos que vivir nuestro tiempo.
