Con la apertura de un nuevo campeonato de fútbol argentino, se implementó la ley 5.714, promovida por el legislador Francisco Quintana (Pro), la cual sanciona no sólo la reventa, sino también la venta no autorizada de entradas de cortesía en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para espectáculos masivos, artísticos o deportivos. La norma, sancionada en noviembre del 2014 y promulgada en diciembre del mismo año, fue impulsada por los presidentes de River Plate, Boca Juniors, San Lorenzo, Vélez y Huracán.

El diputado Quintana manifestó al respecto que “ésta ley es un instrumento útil, fruto del consenso y del aporte de distintos sectores. Nosotros queremos marcar un límite a los episodios de violencia. Es un avance y nace de los propios dirigentes del fútbol. Es un mensaje claro que queremos dar una batalla a la violencia”.

“Nuestra intención es devolverle a la gente la seguridad de que nos estamos ocupando de perseguir a los que están fuera de la ley, para que vuelva a estar tranquila cuando va a la cancha o a disfrutar de un recital”, señaló el legislador.

Entre sus principales puntos, la ley se establece sanciones con multas que van desde 2 mil pesos a 20 días de arresto. A su vez se contempla la misma pena para quienes vendan las entradas no sean los responsables de la organización; y cuando las conductas sean cometidas por los organizadores, las sanciones se agravarán y pasarán a los 10 mil pesos y 30 día de arresto.