Cristina Kirchner finalizó su discurso ante la Asamblea Legislativa con un claro mensaje de tono electoral dirigido a la sociedad en general y a los candidatos que aspiran a sucederla, en particular.

“No dejo un país cómodo para los dirigentes; dejo un país cómodo para la gente”, aseguró Cristina en alusión a un artículo periodístico de la Prensa, en donde se afirma que la líder del Frente para la Victoria no le dejará un “país cómodo” a su sucesor.

Entonces Cristina pidió a precandidatos presidenciales que expongan sus programas de gobierno. “Que digan si, por ejemplo, se quiere privatizar nuevamente Aerolíneas o YPF; si se le va a pagar a los jubilados los dos aumentos anuales, la Asignación Universal por Hijo; si los trabajadores pueden pactar sus salarios, por eso el turismo, por eso pueden viajar afuera…”, manifestó

“(El país) no va a ser cómodo, sobre todo para aquellos dirigentes que quieren cambiar tantas cosas”, dijo y añadió: “va a ser muy incómodo si le piensan sacar derechos a la gente”

La jefa de Estado reiteró luego que “para la gente es un país muy cómodo”: “seis por ciento de desocupación; el salario más alto de Latinoamérica; mayor inclusión previsional; mayor nivel de porcentaje industrial del PBI; un país donde se respetan los derechos humanos, la división de la Constitución, donde el Gobierno le ha dado más presupuesto que nunca al Poder Judicial”, repasó.

Afirmó que hay “gente que ha superado, crecido, encontrado trabajo, que hoy tiene auto, trabajo, estudia”

“El país cómodo es para la gente, no para los dirigentes”, finalizó