La cantante brasileña, uno de los símbolos de la bossa nova, fue reconocida este miércoles en el Parlamento de la Ciudad de Buenos Aires.
La Legislatura porteña distinguió como Huésped de Honor de la Ciudad a la cantante brasileña María Creuza, ícono del género musical bossa nova, en ocasión de su visita por Buenos Aires.
El evento se llevó a cabo a las 19 en el Salón Dorado y estuvo encabezado por el legislador Enzo Pagani (Pro), propulsor de la iniciativa que se votó en noviembre del año pasado.
María Creuza destacó “la emoción muy fuerte” del homenaje y que en los 44 años que viene al país tuvo “la suerte de conocer a un padrino como Vinicius de Moraes y al genio de Astor Piazzolla”. También elogió a la artista Amelita Baltar, quien estuvo presente en la ceremonia y cantó a capela junto a ella.
“Quiero tener las alegrías que sigo teniendo con el público de acá”, dijo Creuza.
La cantante además reconoció: “ya me siento en casa. Está en mi carnet de identidad que soy de Bahía, que soy brasileña, pero mi corazón es de Argentina”.
Durante la ceremonia, la cantante brindó un breve recital junto a su marido -el músico argentino Víctor Díaz Vélez- quien la acompañó al piano e invitó a los asistentes a cantar sus clásicos en portugués.
María Creuza es una de las voces de la bossa nova más destacadas desde principios de los años ‘70, cuando se dio a conocer al mundo a través de aquel antológico disco que grabó en Buenos Aires, junto a Vinicius de Moraes y su guitarrista Toquinho en La Fusa, célebre café concert de la época.
La cantante se encuentra de gira por distintas ciudades de nuestro país con un notable éxito, en base a un repertorio que incluye las creaciones de Vinicius, Tom Jobim y los grandes maestros del género. En Buenos Aires se presentará el próximo 16 de mayo en el Auditorio de Belgrano.
