Francisco de Narváez se comprometió a “gobernar la provincia con austeridad” y sentenció que “el día que un corrupto vaya preso empieza a cambiar la Argentina”.

Tras revalidar la importancia de la austeridad y honestidad en la gestión de gobierno, De Narváez consideró que “la gente descree” de sus dirigentes “porque hoy no ve estos valores” en ellos.

“Comienza una Argentina distinta el día que un corrupto vaya preso, que termine en la cárcel el empresario que paga una coima y el funcionario que la recibe. Y también van a cambiar las cosas el día que un presidente viaje al exterior en vuelo de línea y se aloje en un hotel que no sea lujoso”, explicó.