La jefa de Estado participó del homenaje a Cristian Fuster, director de la Fundación Favaloro que la intervino quirúrgicamente por el hematoma subdural en el cráneo. Destacó su “humildad” y se comprometió a apoyar a instituciones dedicadas a la ciencia aplicada. Aseguró ser la primera presidenta que participa de un acto institucional en el Congreso.
La presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, participó este jueves por la tarde del homenaje del Senado al doctor Cristian Fuster, el neurocirujano que dirige el equipo médico de la Fundación Favaloro y que la operó por el hematoma subdural en el cráneo en octubre de 2013.
Cristina fue la encargada de cerrar la ceremonia en el Salón Azul del Palacio Legislativo, encabezada por la senadora nacional María Inés Pilatti de Vergara (FpV-Chaco), con quien le entregó a Fuster la distinción “Senador Domingo Faustino Sarmiento”, el máximo reconocimiento que otorga la Cámara alta.
Al iniciar su discurso Cristina destacó que es la primera jefa de Estado que asiste a un acto institucional en el Congreso. “No sabía que nunca había venido aquí, a esta casa, un presidente a un acto institucional. Pero tomé la decisión de venir a este acto cuando me dijeron que Cristian había pedido a uno de mis médicos si no veían mal que me acercaran la invitación”, contó.
La acompañaban, además de la senadora Pilatti y el doctor Fuster, los titulares del Senado y de la Cámara de Diputados, Amado Boudou y Julián Domínguez, respectivamente.
La presidenta confesó qué la motivó a participar del acto: “no solo no veo mal sino que además voy a ir al acto porque quiero decirle a los argentinos -aunque no lo sepan, este hombre, al que seguramente nadie hoy conocía como médico, al que nadie, salvo el mundillo científico, de los médicos- [que] este hombre fue el que operó mi cabeza; y realmente estoy acá para reconocerle y agradecerle, para que la comunidad también lo reconozca”.
Las palabras de la primera mandataria hicieron recordar al neurocientífico Facundo Manes, otro de sus médicos, que adquirió gran visibilidad mediática.
Más adelante, Cristina completó: “quiero contarles que hay personas como Cristian Fuster que se han preparado aquí [en Argentina], también en el extranjero, que son capaces, que son anónimos; nadie sabía que me había operado en la Argentina; es un homenaje a tantísimos hombres y mujeres que dedican su vida a sus pacientes y lo hacen con mucha humildad”.
En otro tramo de su presentación, Cristina reconoció al doctor René Favaloro y a la institución que lleva su nombre. Fue “un hombre al que el país le pagó muy mal, como a tantos otros argentinos”, dijo. Y contó que “desde el Ministerio de Salud, el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio de Economía comenzamos a ayudar a la Fundación Favaloro para que pudiera recuperarse y salir de la situación en la que estaba porque el Estado tiene que estar presente con aquellas instituciones que aportan” a la sociedad.
Entonces se comprometió a “seguir trabajando desde el Estado para seguir ayudando, cooperando, con todos aquellos institutos, instituciones que están dedicadas a la ciencia y fundamentalmente a la ciencia aplicada (…) ellos tienen una universidad reconocida por el presidente Kirchner, pero lo importante es (…) una ciencia aplicada a la salud, a la economía”.
“Espero que haya muchos más presidentes que tengan que venir a homenajear a un argentino como Cristian Fuster porque va a significar que seguimos por el buen camino”, sostuvo Cristina para cerrar su discurso.
“Apuesto en todo a la juventud”
“Yo apuesto en todo a la juventud”, afirmó la presidenta luego de contar que un “prestigioso cirujano” cuestionó la idoneidad de Fuster para la intervención quirúrgica. “¿Cómo van a dejar de operar a la presidenta con un joven de 40 años?”, había cuestionado el médico, según relató Cristina.
La primera mandataria también se permitió un comentario político. “Quiero decirte algo: así como hoy te están dando un premio, hay algunos que después de haberme salvado no te lo estarían dando… Pero digamos que son una minoría muy pequeña”, le dijo al doctor Fuster.
Incluso confesó haberse sentido incómoda cuando Fuster le aconsejó operarse, allá por octubre de 2013, a pocos días de las elecciones legislativas. “Sentí una profunda desconfianza: ‘¿no me querrá hacer algo?’ (…) Ahora todos nos reímos pero en ese momentos les puedo asegurar que no nos reíamos nada, menos yo”, contó Cristina.
La presidenta explicó que aceptó la intervención quirúrgica cuando, un día después de haber hablado con Fuster, se le paralizó el brazo izquierdo y una junta médica, que incluía a su hermana, insistió con la operación.
“Cuento estas cosas para que al que le pase lo mismo no se asuste”, enfatizó.
Del acto también participaron la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner; el secretario general de la Presidencia, Eduardo “Wado” De Pedro; el titular de la Asociación del Personal Legislativo, Norberto Di Próspero; diputados y senadores nacionales, además de la familia del doctor Fuster, entre otros.
