La diputada Cristina García de Aurteneche se sumó a la lista de los 10 monobloques que tiene actualmente la Legislatura porteña y aseguró que Confianza Pública Democrática seguirá representando a los afiliados del joven partido. Trabajará en forma independiente dentro del Parlamento.
Por Melisa Yael Jofre
Podría catalogarse como un acto de valentía la postura que la legisladora porteña Cristina García de Aurteneche tomó al conformar su monobloque Confianza Pública Democrática. Tras la decisión de Graciela Ocaña de desplazar el bloque que ambas compartían hacia un nuevo interbloque compuesto por Suma+, el Partido Socialista, el Partido Socialista Auténtico y la Coalición Cívica- ARI, García resolvió una rápida decisión que dejó admirado a más de uno dentro del recinto.
En la sesión ordinaria realizada el 9 de abril, Carlos Serafín Pérez, secretario parlamentario de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, leyó el comunicado que oficializaba que Confianza Pública pasaría a ser un bloque unipersonal y se uniría al nuevo frente ECO.
“Debo continuar con mi labor y tengo que conformar un bloque”, expresó la diputada Cristina García y ese mismo día notificó a la Secretaría Parlamentaria sobre el nuevo monobloque que ella misma presidiría. En diálogo con Semanario Parlamentario, la diputada confesó que la relación con su ex compañera fue muy buena siempre hasta el cierre de las alianzas. Contó además que por el momento no piensa en unirse a otro espacio porque todavía está de duelo.
– ¿Cómo ingresó Confianza Pública a la Legislatura porteña?
– En diciembre de 2013 ingresamos las dos, Graciela Ocaña y yo, por Confianza Pública, en una lista corta porque no teníamos candidato a diputado nacional. Nos faltaba una categoría, estábamos en desventaja en relación al resto de los candidatos que se postulaban y sacamos 120.000 votos. Hicimos seis puntos, o sea que si hubiésemos tenido el candidato que nos faltaba hubiésemos sacado mucho más.
En ese momento el partido no estaba conformado, estábamos en una instancia provisoria, entonces nos faltaban las afiliaciones. Recién el año pasado pudimos conformar el partido.
– ¿Cómo se enteró que el bloque Confianza Pública había quedado disuelto?
– Me habían llegado rumores, se ve que se filtró la información. Formalmente me enteré con la nota que se envió a la vicepresidencia primera y escuchamos en el recinto. Yo no creí capaz que esa nota existiera, incrédula o no, creí que era un rumor más de los muchos que pasan en estos pasillos. Pensé que si era verdad me iban a llamar, me lo tendrían que haber confirmado primero.
– Y ahora, ¿cómo quedó el partido?
– La presidencia siempre fue de Graciela, nosotros tenemos a nuestro compañero Juan Ignacio Martuccio que es el secretario general, a quien al igual que al congreso partidario que integran siete personas del espacio, no se le informó de la decisión de romper el bloque
Varios de los afiliados han girado cartas documento al partido y han presentado notas en la Justicia en relación a esto. Estamos pidiendo tanto dirigentes como afiliados que haya elecciones abiertas para decidir quién va a continuar con la presidencia del partido.
Mi compañera de bloque me echó, me marginó, me excluyó. Su decisión no está en el reglamento y tampoco es algo partidario lo que hizo, sino que fue unipersonal.
Yo trabajo democráticamente, me gusta debatir los proyectos acá, charlamos con los vecinos, quienes también nos traen proyectos. Me gusta abrir el juego, porque las decisiones tienen que ser de todos más allá de que yo tenga que poner la firma o poner la cara, sobretodo somos un espacio. Me pareció correcto entonces resaltar esa palabra en el nombre del nuevo bloque: democráticamente, porque así trabajamos nosotros.
– ¿Sus pares le brindaron apoyo?
– Sí, fue muy gracioso. Cuando nos reunimos con integrantes del espacio para ver el vídeo de lo que había pasado en la sesión -porque también había que explicarle a los afiliados y los vecinos lo que había pasado, que nos pareció una situación insólita- nos llamó la atención la cara de los diputados. Mi banca está adelante de todo, yo veo a los taquígrafos y a la presidencia, no veo atrás lo que pasa, entonces observé la cara de los demás diputados, estaban todos sorprendidos porque nunca había pasado una cosa así. Yo sentí que me estaban echando de una empresa privada, cuando realmente yo fui votada por el pueblo para representarlos e ingresé por la lista. La presidenta del bloque no tiene la autoridad ni la jerarquía para hacer lo que hizo. Eso es lo que más me dolió. Ella dijo “Cristina, quiero que me acompañes”, y acá estoy. Yo soy una persona de diálogo, me gusta hablar, pero esto ya no tiene vuelta atrás.
– ¿Alguno de los presidentes de bloque, o legisladores se acercaron a proponerle un lugar en otro espacio?
– Antes de ser diputada soy trabajadora de esta casa, hablo con el que limpia, con el que cocina, con todo el mundo y no se me acercó nadie a decirme ¿podemos sentarnos a hablar? Sí me dieron sus palabras de apoyo, lo que pasa es que esto no es que se estaba charlando. Nosotros estamos de duelo todavía, no estamos pensando en unirnos a otro espacio, porque estamos dolidos y sentidos por lo que nos pasó. Hablo con todo el mundo, pero no lo tenemos pensado, no se nos presentó nadie a darnos una propuesta y como espacio me parece que por lo menos este año no está en nuestra vista. Nos tenemos que fortalecer como espacio, ver qué pasa con las elecciones, la Legislatura en diciembre se renovará y vamos a esperar a ver cómo se acomoda todo.
– ¿Pero usted analizó la posibilidad de incorporarse, a través de Confianza Pública Democrática, a un interbloque de los ya conformados dentro de la Legislatura?
– No. Para mí la figura de interbloque no existe, después a la hora de la votación y la aprobación de los proyectos que llegan al recinto, cada uno de esos diferentes bloques toma una decisión que es propia de cada bloque, no es que se agrupan y deciden en conjunto. El año pasado cuando fue la votación del Presupuesto, de la ampliación de la deuda, cada bloque que integraba el ahora desaparecido Unen, votó en forma diferente. La figura de interbloque si vos la buscas en el reglamento interno no existe. Un interbloque es como para decir nosotros nos agrupamos pero, en realidad, cada uno hace lo que quiere en forma individual.
Igualmente rescato que en el Frente para la Victoria, donde está Claudio Palmeyro con Sindical Peronista; Nuevo Encuentro; Seamos Libres y el bloque de Ibarra, el Frente Progresista y Popular; ellos si uno investiga en los antecedentes siempre han votado igual o se han abstenido en algunas cuestiones, pero nunca un positivo y un negativo. Ellos la figura de interbloque la respetan, Unen no lo hacía.
