El candidato a jefe de Gobierno porteño del kirchnerismo reconoció “limitaciones”, como haber empezado tarde la campaña y tener un postulante “que la gente no conocía”. Aseguró que la elección general del 5 de julio “será distinta”.
El Frente para la Victoria pasó de la euforia por la supuesta recuperación del segundo lugar en la Ciudad de Buenos Aires a la decepción que significó el tercer puesto en las elecciones primarias, detrás del Pro y de ECO.
El candidato a jefe de Gobierno por el kirchnerismo, Mariano Recalde, admitió que hubo cierta desilusión porque los sondeos previos les daban números mejores a los que finalmente dejó el escrutinio, pero consideró que la tarea que realizaron como fuerza política no es para despreciar.
“Pensamos que nos iba a ir mejor de lo que nos fue, pero hicimos una buena elección si tenemos en cuenta las limitaciones, con sólo tres semanas de campaña y un candidato nuevo que la gente no conocía”, analizó el ganador de la interna kirchnerista en la Ciudad-
“Sabíamos que era una parada difícil, pero la dividimos en tres etapas: la primera era ganar las PASO en una interna muy competitiva; ahora tenemos que seguir, arrancamos mucho más tarde en un distrito muy grande y hay que instalarse, pero vamos a emprender esa tarea para cumplir el segundo objetivo que es entrar al balotaje”, precisó en declaraciones a Radio Rivadavia.
Para Recalde, los números finales tienen una explicación: “Hubo mucha gente que creyó que la alternativa para que cambie la Ciudad era votar a Michetti, así que el voto útil estuvo en esa candidatura. Y quedó demostrado que la alternativa real que puede generar el cambio es el FpV y no otro”.
En base a ese análisis, el titular de Aerolíneas Argentinas expresó su confianza en lo que sucederá en el plebiscito del 5 de julio, cuando se pondrá en juego el Gobierno de la CABA. “No tengo la menor duda de que la próxima elección va a ser distinta, porque hay candidatos que sacaron muchos votos y ya no están en carrera”, profetizó.
Sobre la performance de Martín Lousteau, su principal rival en la carrera por convertirse en la alternativa al Pro, Recalde admitió que “siempre estuvo en los cálculos que a un candidato que viene con una campaña tan larga le pudiera ir bien; de hecho era favorito”. “En algún momento parecía que lo superábamos, pero al final no fue así”, lamentó.
Finalmente comentó que recibió el llamado de Cristina Kirchner: “Me pidió que felicite a toda la militancia y me dijo que estaba contenta con nuestra fuerza, con la madurez que mostramos. Vamos a continuar hasta que logremos que cambie la Ciudad”.
