Así se expresó el vicepresidente primero de la Legislatura, Cristian Ritondo, respecto de la actividad ilegal de los cuidacoches. La Legislatura ya fracasó en cuatro intentos para sancionar una ley al respecto.
El vicepresidente primero de la Legislatura porteña, Cristian Ritondo, reiteró este lunes su intención de impulsar una ley que prohíba la actividad de los cuidacoches y limpiavidrios en las zonas aledañas a los estadios que organicen eventos de carácter masivo. “Nadie quien no sea el Estado puede cobrar por estacionar en el espacio público”, declaró el diputado del Pro.
El legislador afirmó que “nadie puede negar que alrededor de los estadios se mueven mafias, no sólo en fútbol sino en recitales o cualquier otro evento masivo. No tengo dudas que hay que prohibir esta actividad en toda la ciudad”.
Tras realizarse el partido superclásico entre Boca y River, por el torneo de fútbol local, el debate en torno a la actividad ilegal de los “trapitos” volvió a instalarse y, desde el Pro insisten en la necesidad de aprobar una iniciativa. El pasado 10 de abril, el diputado Francisco Quintana, junto a sus pares Cristian Ritondo y Carmen Polledo, presentó dos proyectos de ley – uno para prohibir las actividades lucrativas no autorizadas y otro específico para la actividad de los cuidacoches – que actualmente se encuentran en la Comisión de Justicia.
La normativa respecto de los “trapitos” establece que se prohíba “la actividad de “Cuidadores de Vehículos”, sin autorización legal, durante la realización y/o transcurso de espectáculos masivos, de carácter artístico o deportivo”.
La modificación del artículo 79 del Código Contravencional quedaría redactada de la siguiente forma: “quien ofrece directa o indirectamente el servicio de estacionamiento o cuidado de vehículos en la vía pública, sin autorización legal, es sancionado con multa de 500 a 5.000 pesos ó con 1 a 5 días de arresto”. En los casos de realizarse la actividad durante el desarrollo de espectáculos masivos la cifra se elevará entre los 1.000 y 10.000 pesos ó 2 a 10 días de arresto.
“Cuando el interviniente se dedicare reiteradamente a estas actividades, la sanción se elevará al doble. En caso de existir previa organización, la sanción se elevará al triple para los organizadores”, aclara el proyecto.
En los fundamentos, Quintana expresó que “los ciudadanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires viven día a día con la problemática de los cuidacoches no autorizados -que se aprovechan del miedo- que tienen miedo a recibir represalias por no pagar una retribución a un servicio que no fue solicitado”.
Ritondo consideró este lunes que “esto viene de la mano de lo que hicimos el año pasado con respecto a la reventa de entradas”, en relación al proyecto de ley presentado en noviembre del año pasado junto a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y los principales clubes, que sanciona con hasta 30.000 pesos o 20 días de arresto a quienes revendan entradas en espectáculos masivos.
La prohibición de los “trapitos” se impulsó en la Legislatura en cuatro ocasiones, pero en todas ellas no contó con el consenso necesario de la oposición. Ritondo sostuvo al respecto que “el sentido común nos dice que si no quieren acompañar en la Ciudad, al menos deberían hacer lo propio en los estadios, las zonas más atacadas por los trapitos”.
Para finalizar y en cuanto a las denuncias, que en su mayoría quedan desestimadas, el vicepresidente primero señaló: “denunciar es una herramienta que le pedimos al ciudadano que la haga. Sin embargo, la responsabilidad de actuar es del Estado para que no se caigan las denuncias. Es molesto para el ciudadano hacer una denuncia si el mismo paga sus impuestos y quiere estacionar tranquilo”.
