Roberto Carlés, el elegido por el Poder Ejecutivo para ocupar la vacante dejada por Raúl Zaffaroni, sigue esperando que se destrabe o no su pliego en la Cámara alta, donde en principio no están los números para habilitar su designación. Al respecto, señaló que el pliego “está en el Senado, si la oposición mantiene el acuerdo con los 28 senadores que no van a votar a ninguna propuesta que hiciera el Ejecutivo” no hay manera de que se apruebe.

Y en ese sentido reconoció que “la oposición dijo que van a esperar al próximo Gobierno”, por lo que su suerte parecería echada. Carlés explicó que dentro de los 30 días de producida una vacante, la presidenta debe proponer un candidato, y “por el momento no se ha alcanzado los votos” para designarlo a él, aunque aclaró que la cuestión no pasa por él mismo, sino para cualquier candidato.

Sobre la composición actual de la Corte, consideró “un problema concreto” el hecho de que el organismo esté “incompleto”.

Con relación al doctor Carlos Fayt, señaló que si las condiciones de salud son las que han trascendido, “no podría ser juez, ni firmar un contrato, ni un testamento siquiera”. Advirtió en ese sentido que se plantea ante esto un problema que consideró “novedoso”, que es que “no hay un procedimiento para este tipo de situaciones”, puntualizó en diálogo con radio América.

Señaló que se puede iniciar un proceso de juicio político por causales de mal desempeño, pero por cuestiones de avanzada edad o salud, no hay nada previsto. “También es cierto que hay una responsabilidad del resto de los miembros de la Corte por no hacerlo visible a la sociedad, en el caso de que sea así”.

“En rigor de verdad, si el doctor Fayt estuviera bien, podría hacerse visible o hacerse notar”, sugirió. Descartando recurrir a una pericia, sugirió “verificar cada cuantos acuerdos ha asistido, o cuantos fallos ha firmado, si va o no a la Corte, si tiene conocimiento directo de los temas o pasan por las manos de los secretarios letrados”, y advirtió que “si se verificara este tipo de situación sin duda es un hecho que desprestigia a la Corte en su totalidad”.

Con relación a la polémica planteada entre la presidenta y el titular de la Corte respecto de los controles que este último sugirió debe aplicarle el Tribunal al Ejecutivo, Carlés dijo que “la Corte Suprema tiene como función la de encausar dentro de los límites de la Constitución, los actos de la política, de los dos poderes, el Poder Ejecutivo y el Legislativo, pero esto no excluye al Poder Judicial. Es un error pensar que el Poder Judicial no es un poder político. No hace política partidaria, pero toda sentencia es un acto político”.