Así como por la mañana había salido en defensa del ministro de la Corte Suprema Carlos Fayt, la diputada nacional y precandidata presidencial Elisa Carrió volvió a poner el pecho por el magistrado este miércoles por la noche. Y lo hizo fiel a su estilo, asegurando que “a Fayt lo quieren matar por estrés”.

Para Carrió, lo que el Gobierno está haciendo contra el juez de 97 años “es un acoso moral, es un acto de perversión”.

“Fayt es una persona de una humildad terrible. Lo conocí a los 22 años, es un hombre que tiene una lucidez que nadie tiene en la Argentina. La presidenta tiene que aprender de él. Esto es un ataque y una discriminación”, enfatizó la diputada al ser entrevistada en el programa A dos voces, de TN.

Con relación a la polémica generada en torno a la firma de Fayt en el acta de reelección de Ricardo Lorenzetti, Carrió puso como ejemplo que “si Cristina está descompuesta, y tiene que salir un acuerdo, lo llevan a Olivos para que lo firme. Pero no por eso se me ocurre pedir la destitución de la presidenta”.

La diputada redobló sus críticas al responsabilizar a la presidenta de la Nación por la muerte de Alberto Nisman. Un día después de haber declarado por ese caso ante la fiscal Viviana Fein, dijo que Cristina Fernández de Kirchner es “la responsable final” de la muerte de Nisman, y le apuntó a diversos actores del oficialismo. Señaló al jefe del Ejército, al señalar que el general César Milani “controla todo: tiene un equipo que llega a los 60 kilómetros y que penetra en todos los lugares. Por ejemplo, todas nuestras computadoras, las de mi equipo y en especial la mía, funcionan lento. Estamos bajo inteligencia interna de un sistema cada vez más totalitario”.

Con relación a su declaración ante Fein, aclaró que “no denuncié nada, fui citada a declarar como testigo, y dije la verdad de todo lo que investigamos. Hay partes reservadas, que hay acuerdo en que no se revelen. Se trató de un atentado terrorista, con inteligencia iraní, que estaba en Montevideo, Uruguay. Esto fue hecho por sicarios, y el trabajo de inteligencia posterior para ensuciarlo a Nisman es de Aníbal y de Milani”.