La senadora nacional y precandidata a vicegobernadora de Mendoza Laura Montero (UCR) presentó este jueves un proyecto de ley que reforma el impuesto a los Bienes Personales con la finalidad de actualizar el tributo frente a los impactos de la inflación, “logrando así una mayor equidad y progresividad en las cargas tributarias”.

Montero propone la eliminación del mínimo exento de 305.000 pesos por un valor mínimo no imponible de 1.220.000 pesos, lo que implica que a partir de la modificación propuesta sólo queden gravados los bienes que superan este último valor, y no la totalidad del patrimonio si se pasa el mínimo exento como es en la actualidad.

El aumento en el valor mínimo previsto en el proyecto alcanza el 300%. Cabe recordar que la última vez que este valor se había modificado fue en diciembre de 2007 y, desde entonces, el costo de la construcción (que aproxima el valor de los activos inmobiliarios) aumentó un 350% según índices oficiales provinciales.

Asimismo se prevé, a los fines de mejorar la progresividad del tributo, “una modificación de la escala de alícuotas evitando así distorsiones que hasta la fecha resultan injustas”.

Laura Montero expresó que “con el correr del tiempo, el impuesto a los Bienes Personales se convirtió en un gravamen que no es equitativo, que prescinde de la real aptitud económica del contribuyente”.

“Negar que los valores mínimos se encuentran desactualizados implica considerar como perteneciente a un extracto social ´privilegiado´ a quien puede adquirir una pequeña vivienda, y destinarla como casa habitación de su familia. Ello resulta manifiestamente alejado de la realidad, del espíritu de nuestra Constitución y de la ley de creación del tributo”, sostuvo.

En ese sentido el proyecto también prevé criterios de actualización de los valores de los bienes a gravar, así como de las escalas del tributo y del mínimo no imponible, de manera tal de “asegurar que los efectos de la inflación no tornen injusto un tributo cuyo espíritu originario fue gravar a aquellos que más tienen, y no al trabajador de clase media que queda alcanzado simplemente por ser propietario de una pequeña casa o departamento destinada a la vivienda familiar”.