La diputada nacional Berta Arenas presentó este miércoles un proyecto de resolución mediante el cual solicita al Ministerio de Educación de la Nación -por intermedio de las dependencias específicas a su cargo- que informe acerca de la situación institucional y académica actual de la Universidad Nacional de Villa Mercedes (UNViMe).

Dicha institución fue creada por Ley Nº 26.542, promulgada de hecho el 3 de diciembre de 2009. El comienzo efectivo de la organización definitiva se concretó con la designación de la rectora organizadora, mediante decreto Presidencial del 26 de Julio de 2011.

“Sabido es que diseminadas por el extenso territorio de nuestro país se han establecido nuevas universidades nacionales, aunque la UNViMe presenta una particularidad: no fue creada en virtud de un proyecto surgido del Poder Ejecutivo Nacional, sino que es el fruto de décadas de esfuerzo de la comunidad villamercedina recogido generosamente por los legisladores nacionales justicialistas puntanos, siendo su principal impulsor el expresidente de la Nación y actual senador nacional Adolfo Rodríguez Saá. Es un caso de creación legislativa genuina”, expresa la legisladora puntana.

Y agregó: “Nuestra querida UNViMe está transitando un derrotero institucional y académico zigzagueante, día a día se suman críticas y escándalos, que son denunciados públicamente por profesores, alumnos, padres, comunicadores y un largo etcétera. Con toda humildad me permito señalar que la actual conducción le hace escaso honor a los antecedentes, a la historia misma de la Casa, una historia de participación popular de un pueblo, que muy poco tiene que ver con la alta burocratización y los desmanejos que hoy inundan las portadas de los medios de difusión y desmienten el Proyecto Institucional que le dio origen. Al sueño de un pueblo lo están convirtiendo en pesadilla”.

El plazo de la gestión organizadora -cuatro años- está llegando a su fin, pero nada se ha mencionado sobre convocatoria a elección de rector en legal forma, lo que posibilitaría descomprimir el estado de conflicto permanente que allí se aprecia, mediando una nueva conducción acorde a la altura de los desafíos que plantea la educación superior de gestión pública en esta hora.

Finalizó comentando que “como legisladora nacional seré siempre una fiel defensora de la autonomía y autarquía de las universidades nacionales, del patrimonio de todos los argentinos y, bajo la inspiración de las ‘tres banderas’ históricas de nuestro movimiento: Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social, manifestaré en cada oportunidad mi voluntad inquebrantable de proceder en tal sentido”.