El diputado nacional Manuel Garrido rechazó la media sanción al proyecto de ley de creación de una Cámara de Apelaciones en la localidad de Piedrabuena, provincia de Santa Cruz, por considerar que no se cumple con los requisitos necesarios y que “es una clara maniobra para nombrar jueces amigos”.

Garrido consideró que “ni por territorio, ni por volumen de trabajo, es necesaria esta Cámara en Santa Cruz” y agregó que “de acuerdo con el “informe sobre necesidad de creación de Juzgados Federales del Interior”, la cantidad de causas que debería tener una Cámara de Apelaciones para que exista una distribución racional y eficiente es de 1.800 expedientes y 600 causas, y, de acuerdo con el dictamen en minoría de la Comisión de Administración y Financiera, “en el año 2013 ingresaron en la Cámara Federal de Apelaciones de Comodoro Rivadavia un total de 769 expedientes civiles y 445 trámites penales, con lo cual no sería ésta una necesidad”.

Al respecto de las distancias entre las ciudades con juzgados federales y la Cámara Federal de Apelaciones en Comodoro Rivadavia, que la Cámara Federal de Apelaciones en Comandante Luis Piedrabuena vendría a salvar, la Subcomisión de Mapa Judicial sostuvo que el obstáculo se mantendría en tanto juzgados como los de Ushuaia o Caleta Olivia se encuentran alejados de la futura Cámara y tampoco existe una mejor accesibilidad ni transporte aéreo comercial directo.

Garrido consideró que “la creación de esta nueva Cámara no responde a ninguna exigencia de la labor judicial en la Patagonia, sino que pareciera ser más acorde a una necesidad de generar una alzada federal afín y obsecuente”.

“En particular, si tenemos en cuenta el próximo sistema de subrogancias que dará piedra libre al Consejo de la Magistratura para nombrar jueces sin acuerdo del Senado”, opinó.