La Legislatura porteña realizará su última sesión antes de las elecciones generales de la Capital Federal, que se celebrarán el próximo domingo 5 de julio. Antes de que comience el procedimiento de la Gendarmería Nacional –custodiando las urnas que se distribuirán por el distrito y luego se alojarán con los votos de los comicios en el Parlamento- los diputados sancionarán un proyecto para que se declare Bar Notable de la Ciudad al Palacio de la Papa Frita.

El vicepresidente primero del Cuerpo, Cristian Ritondo (Pro), presentó la iniciativa el pasado 9 de abril. En los fundamentos, el legislador expresó que “El Palacio de la Papa Frita sigue siendo el lugar de referencia de la gran familia argentina, y jamás perdió sus clásicos encantos, supo ser un lugar obligado para el turismo y junto al tango, el Obelisco y el Luna Park, durante seis décadas era el emblema de nuestro Buenos Aires”.

En la última semana, los trabajadores del restaurante organizaron una movilización para impedir el cierre del lugar, que hace más de un año afronta una crisis económica, derivada de un conflicto entre socios. Además, la situación se agudiza por la decisión del dueño de querer vender el Palacio. Para impedir el desalojo y que se afecten las fuentes laborales de los 51 empleados que trabajan en el restaurante, se aprobará la medida que permite su protección estatal.

Además, mediante un texto consensuado y a pedido de la jefa del bloque del Frente para la Victoria, Gabriela Alegre, se expresará la preocupación por la situación del Palacio de la Papa Frita. La diputada sostuvo que “a todos nos preocupa”.

El Palacio de la Papa Frita inauguró en 1952 y cuenta actualmente con otras tres sedes: una en la Costanera, avenida Rafael Obligado 6710; otra en Barrio Norte, Laprida 1339 y una tercera, en el Microcentro, Lavalle 735. Es un lugar típico donde los elencos de las obras de teatro de la calle Corrientes eligen para comer milanesas con papas soufflé, el plato característico del restaurante.

Acoso callejero

El temario también incluye la ley que promueve instaurar al 7 de abril como el “Día de la lucha contra el acoso sexual callejero”. En esa fecha deberán realizarse actividades y campañas de difusión para la visibilización y desnaturalización del acoso callejero, así como también para su erradicación.

En la iniciativa, la legisladora Virginia González Gass (PSA) sostuvo que “el acoso sexual callejero es una de las formas de violencia más común que padecen las mujeres a diario. Sin embargo, es la más aceptada culturalmente: los llamados “piropos” no son vistos como una acción violenta ni por los hombres ni por las mujeres, quienes rara vez se defienden de estas acciones y hasta las consideran “normales”. Este tipo de acoso se concibe como un fenómeno de doble violencia”.

Pedidos de informes

Por otra parte, se enviarán informes al Poder Ejecutivo sobre el funcionamiento de las ferias itinerantes de abastecimiento barrial; los controles a la venta callejera; los controles de alcoholemia; las medidas que se llevan a cabo para dar cumplimiento a la ley de igualdad de oportunidades entre mujeres y varones, entre otros.