Uno de los proyectos que la Comisión de Ambiente de la Legislatura porteña recibió, este año, consiste en la conversión del Zoo de Buenos Aires en un Jardín Ecológico. Abocado a los temas ambientalistas, el diputado Adrián Camps (PSA) -quien regresó al Parlamento en reemplazo de María Eugenia Estenssoro- presentó la propuesta junto a un grupo de organizaciones que luchan por los derechos de los animales.

Sin embargo, nadie debe alarmarse con la iniciativa, ya que ésta no plantea que el Zoo de Buenos Aires, uno de los sitios de paseo preferido para los más chicos, se cierre por completo.

El proyecto establece la creación de un Jardín Ecológico que funcionará dentro del actual predio del Zoológico, ubicado en Palermo. La ley implica “atravesar un proceso de refuncionalización, y la conservación edilicia de las construcciones del Zoo”.

Además, la normativa explica que una comisión especial del Poder Ejecutivo tendrá a su cargo la evaluación del estado sanitario de los animales que integran la fauna del Zoológico, como así también deberán informar si las instalaciones son adecuadas para el albergue y cuidado de las especies existentes.

También otra comisión tendrá el trabajo de evaluar el estado de las obras arquitectónicas, esculturas, monumentos y otros bienes integrantes del patrimonio cultural, para determinar su uso.

Por otro lado, se destaca que “los contratos laborales que se encuentren vigentes con la concesionaria del zoológico tendrán continuidad dentro de la órbita del Jardín Ecológico”.

En su primer mandato como diputado porteño (2009-2013) Adrián Camps había presentado un proyecto de ley para que el Zoológico de Buenos Aires vuelva a ser administrado por el Estado porteño. Además, denunció en varias oportunidades el deterioro y abandono del lugar.

En octubre de 2012, el Zoológico fue rematado en la sede del Banco Ciudad y la licitación fue comprada por el mismo concesionario que lo administraba hasta entonces.

En diálogo con Semanario Parlamentario, Camps explica el por qué de la propuesta y la importancia de su debate. Además, señala que “en la sociedad argentina, y sobretodo en la porteña, hay un reclamo sobre el Zoológico que tenemos”.

– ¿Cuáles son los principales ejes del proyecto que plantea la reconversión del Zoo de Buenos Aires, y qué pasaría con los animales que se encuentran allí actualmente?

– El proyecto del Jardín Ecológico es una iniciativa de distintas organizaciones animalistas que se han agrupado bajo el nombre “Sin Zoo”. Yo venía luchando en mi anterior mandato como diputado para transformar el zoológico, fundamentalmente para que vuelva a la órbita estatal y podamos discutir qué hacer, porque con el tema de las concesiones queda en manos de un privado que lo convierte en una explotación comercial y ahí no se puede cambiar nada.

La realidad es que el concepto de zoológico data de hace más de cien años, proviene de la época de la Reina Victoria, y la verdad es que la sociedad moderna ya no admite el maltrato animal, ni tener animales en cautiverio con el solo fin de exhibirlos, y peor aún con el fin de obtener un rédito comercial. Esto ya no es necesario en lo absoluto, hay otras formas de comunicarse con la naturaleza, de abordar a los animales silvestres, hoy existe el cine, la televisión, hay una cantidad de recursos que hace 200 años no existían y la única forma de ver animales era ir al zoológico. Hoy no, hay cientos de documentales sobre los leones, los elefantes, o lo que sea.

Lo que plantea el proyecto es la reconversión del zoológico, y uso la palabra reconversión y no cierre, porque lo peor que se puede hacer es cerrar un zoológico, a partir de ahí no se sabe que pasa con los animales, algunos terminan en tráfico de fauna, la compra, o en situaciones peor de la que están. Entonces, este proyecto plantea que los animales que puedan ser reintroducidos a la naturaleza, se reintroduzcan, y los que pueden ir a centros especializados -llamados “santuarios”-, donde se trata de recrear las condiciones de vida silvestre, pueden derivarse. Sin embargo esto no es fácil, hay quienes creen que nosotros agarramos al orangután y lo mandamos, pero algunos no los aceptan según sus condiciones y enfermedades. A los que no se pueda derivar, quedarán en el zoológico en lo que reste de su vida biológica, pero no se los reproducirá ni tampoco se introducirán nuevos.

– ¿Y en lo que respecta a las instalaciones y las funciones del Jardín Ecológico?

– Paralelamente se aprovechará el inmenso valor arquitectónico y paisajístico que tiene el zoológico para hacer un paseo, y dedicarlo a toda las partes científicas de investigación sobre las especies en peligro de extinción, la educación, el generar conciencia ambiental y un centro de recuperación de fauna donde puedan recibirse a los animales que provienen del decomiso de animales de tráfico, que son muchos en nuestro país. Estos animales se incautan y nadie sabe donde ponerlos, bueno que el zoológico cumpla esa función y los pueda rehabilitar e introducirlos en la naturaleza. Se trata de cambiar absolutamente el contexto del zoológico donde hay animales en cautiverio con el solo fin de ser exhibidos.

Estamos muy confiados, supongo que se va a tratar el proyecto. El Gobierno de la Ciudad lanzó uno paralelo, el del “zoológico verde”, pero no dice cuáles son los lapsos para cumplir, si lo va a tener un privado o lo van a recuperar para el Estado, si hay que esperar que termine la concesión. No hubo tampoco una presentación en la Legislatura. De todas maneras lo importante es que desde el Gobierno se reconozca que hay que cambiar, porque a partir de ahí vamos a empezar el debate.

Lo que nos parece importante es que el tema se ponga en debate, y si el Gobierno lo sacó es porque ha detectado que en la sociedad argentina, y sobretodo en la porteña, hay un reclamo sobre el estado del zoológico que tenemos.

– ¿Usted presentó otros proyectos respecto de cuestiones ambientales?

– Sí, tenemos varios proyectos que están en tratamiento. Uno es de los corredores ambientales que busca generar áreas protegidas que no tienen el status de reserva ecológica, para que éstas conecten espacios verdes que tiene la Ciudad. Por ejemplo, hay todo un espacio verde costero, donde se mezclan sectores públicos y privados, lagos -como por ejemplo el lago que está en el Hipódromo-, avenidas, arboladas, y parques. Nosotros queremos darles status a estos corredores biológicos, preservarlos, e investigar sobre cómo se desplazan las especies, cuáles son las que existen. Tenemos detectados varios corredores, uno de norte a sur, otro de este a oeste, también hay uno en la zona de Saavedra, son interconexiones de distintos parques que lo que permiten es el desplazamiento de las especies, particularmente de las aves. Este proyecto lo estamos tratando en la Legislatura.

Tenemos proyectos también sobre la protección de especies del Río de la Plata. En mi gestión anterior había conseguido la sanción de una ley de protección del dorado, que es un pez nacional de la Argentina, pero la iniciativa fue vetada por el Gobierno de Macri, por eso, ahora insistimos con otro proyecto tratando de superar las razones del veto y vamos a buscar la manera de trabajar en un sentido más amplio, porque la Ciudad no tiene una sola ley en cuestión de protección de las especies del Río de La Plata.