Tras el conflicto que se desató en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a raíz del cierre de distintas milongas en los últimos meses, la diputada nacional del Frente para la Victoria (FpV) María del Carmen Bianchi presentó un proyecto de declaración expresando preocupación por la medida que impulsa el gobierno de Mauricio Macri. Detalló allí que en los últimos meses fueron clausuradas las milongas “Sin Rumbo”, “Sunderland”, “El Arranque” y “Parakultural”.

Bianchi, que integra la Comisión de Cultura en el Congreso de la Nación, aseguró que las “milongas son ámbitos históricos de esparcimiento de los porteños y las porteñas, sitios que preservan nuestros valores culturales como sociedad, siendo el baile uno de ellos”. En ese marco manifestó su preocupación por la política impulsada por el gobierno de Macri en relación a estos espacios.

“Existe un marco normativo extenso que protege al tango, y en consecuencia a las milongas. Pero contrariando la protección internacional, nacional y también específica de la ciudad de Buenos Aires, que reconoce al tango y promueve los espacios culturales en donde se lo practique, el Gobierno porteño, en lugar de adoptar mecanismos especiales para resguardar estos espacios, elige la clausura”, expresó la diputada.

Destacó que “en nuestro país, la política cultural se ha jerarquizado recientemente a través de la creación de un ministerio responsable de su promoción y desarrollo. El tango fue declarado patrimonio cultural argentino por el Congreso de la Nación en 1996 y la UNESCO lo declaró como patrimonio de la humanidad en 2009”.

Bianchi explicó: “La protección a una expresión cultural se puede hacer efectiva adecuando, en lo posible, las medidas regulatorias a los espacios existentes o atendiendo la especialidad de esos lugares para que cumplan con las condiciones de habilitación exigibles. Más que clausurar las milongas, sería esperable que desde el gobierno de la ciudad promuevan políticas públicas que, sin subordinar la seguridad de las personas, permitan generar las condiciones para que estos sitios puedan adaptarse a las regulaciones existentes”.

“Las milongas, además de representar identidad cultural, son también fuentes de trabajo y acrecentamiento del turismo. El Gobierno de la Ciudad debería brindar su apoyo a través de las distintas instancias de las que dispone para un sostenimiento que haga a la protección de las milongas como espacios vivos de cultura, y no a la clausura como primera medida”, aseguró la diputada.