El diputado nacional y precandidato a gobernador por el Frente Cívico y Social (FCyS), Eduardo Brizuela del Moral, fue el principal orador durante el acto de lanzamiento de campaña que se llevó a cabo con la participación de los precandidatos, dirigentes y militantes del FCyS en el Complejo Esmeralda, donde el exgobernador lanzó duros cuestionamientos contra el gobierno de Lucía Corpacci y salió en defensa de las obras realizadas por la anterior gestión.

“La mayor mentira y estafa fue el anuncio, con Cristina (Kirchner) incluida, de la reapertura de ENCATA, que ahí sigue siendo hoy, cuatro años después: un edificio vacío y una empresa fantasma; el símbolo de lo que fueron estos cuatro años del gobierno provincial. Tan fantasma como las viviendas que dicen que hacen, cuando sólo son arreglos y mejoras que las cuentan como una vivienda”, sostuvo el diputado catamarqueño. Y agregó: “Más allá de que ahora rápidamente quieran inaugurar unas trescientas o cuatrocientas de las 4.000 que dijeron que harían en Valle Chico, que por los antecedentes de quienes están involucrados en ese proyecto… suena a estafa grande”, aseveró Brizuela del Moral.

En su discurso, el ex mandatario también le respondió a Corpacci las críticas a las supuestas obras faraónicas de la anterior gestión gubernamental. “Acusan al Frente Cívico de haber impulsado obras faraónicas sólo para quedar grabados en la placa. Pero yo jamás puse a mi señora y compañera de vida, militante si las hay, en una placa, como quien hoy gobierna hizo con su pareja en un hospital en la Perla del Oeste, construido en el marco de la responsabilidad social de una empresa minera, como si ese señor hubiese tenido participación alguna en la realización de dicha obra”, advirtió.

“Y si a la gobernadora le molesta la pavimentación del Paso Internacional de San Francisco, o de la Cuesta del Portezuelo, o el Nuevo Hospital San Juan Bautista, o la ampliación del Hospital de Niños, la nueva Maternidad Provincial, o la recuperación del patrimonio histórico o religioso como la Manzana de las Artes, o el Predio Ferial, el Parque de los Niños, los Polideportivo Sur y Autonomía, el Estadio Provincial, miles y miles de km de redes de agua potable o energía eléctrica que llevaron agua y luz a los parajes más distantes de nuestra provincia, decenas de nuevas escuelas, de centros de salud, de hosterías que se abrieron para el desarrollo del turismo, nuevos caminos que conectaron a los catamarqueños -como el caso emblemático del camino a Río Grande- y, fundamentalmente, miles y miles de nuevas casas para hogares catamarqueños, que no tienen 'rostro humano', según el concepto de quien hoy intenta gobernarnos; pues bien, le digo desde aquí, que siga yendo a Buenos Aires todas las semanas a ser aplaudidora oficial de obras monumentales que no nos sirven a los Catamarqueños como el fastuoso Centro Cultural Kirchner, o en todo caso, que se pare frente a la Avenida Güemes a aplaudir la nueva sede del Partido Justicialista, la única obra a nuevo, que pudo inaugurar en su gestión”.

Brizuela del Moral consignó que se siente en las calles un “hartazgo social”, porque “de la mano del actual Gobierno, no sólo se dispararon los precios en medio de una inflación galopante -que niegan y esconden- sino que los bolsillos de los trabajadores se achican”.

“Se siente en las calles el enojo y fastidio de miles y miles de jóvenes, a los que le prometieron abrir fuentes de trabajo por fuera del Estado, ya que dijeron que Catamarca, de la mano de la Nación, iba a crecer en empleo privado y productividad. Y lo único que hicieron fue sobredimensionar las estructuras y organigramas del Estado, llenándolo de miles de funcionarios ñoquis, muy bien pagos, inventando algunas fábricas de melamina, adoquines o aberturas de aluminio, cuyos trabajadores están en negro y viven cortando calles reclamando que les paguen las migajas que les tiran, algo que se reedita en cada rincón de la Provincia”, señaló el precandidato a gobernador.

Recordó además que la actual gestión inundó Catamarca de “mentiras y agravios”, dividiendo a los catamarqueños en buenos y malos, entre los que piensan como ellos y los que pensamos distinto, iniciando una caza de bruja en toda la administración pública, instalando el miedo y la persecución como método; algo que se hizo extensivo a los ex funcionarios del Frente Cívico.